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El represor detenido en Tigre está acusado de la desaparición de 200 personas

La Secretaría de Derechos Humanos del Juzgado Federal 1 de Bahía Blanca señaló que el ex jefe del Departamento de Inteligencia del V Cuerpo del Ejército, Aldo Mario Alvarez, quien ayer fue detenido luego de estar 7 años prófugo, fue “uno de los jerarcas genocidas y cerebros que pergeñó y llevó a la práctica el plan criminal clandestino e ilegal implementado por las Fuerzas Armadas durante el período de facto 1976-1983 en nuestro país”.
En el marco de la investigación, el juez Federal subrogante Santiago Ulpiano Martínez descubrió una maniobra por la cual se le brindaba “apoyo al militar tanto en lo material como lo espiritual”, y en la que aparecen imputadas la ex esposa, su nuera y una amiga de sus hijas.

Personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo ayer al represor durante un operativo llevado a cabo en un barrio cerrado del Talar de Pacheco, en la localidad bonaerense de Tigre.

“Alvarez está imputado por diversos delitos de lesa humanidad configurativos de genocidio, que incluyen la privación ilegal de la libertad, torturas, homicidios y la desaparición forzada de personas, en perjuicio de más de 200 personas”, sostuvo la Secretaría de Derechos Humanos.

En un comunicado, se expresó que que Alvarez “se desempeñó como prima facie, con el grado de coronel, como jefe del Departamento II de Inteligencia del Comando V Cuerpo del Ejército desde el 2 de enero de 1974 hasta el 2 de diciembre de 1977, cuando pasó a continuar servicios en el Estado Mayor General del Ejército en Buenos Aires”.

En ese contexto se indicó que la restricción de salida del país del imputado se había ordenado el “20 de diciembre de 2006, su detención el 8 de mayo del 2007 y su captura el 15 de junio del 2007, la cual fue elevada al plano internacional el 19 de junio del mismo año”.
“El Departamento II de Inteligencia del Comando V Cuerpo del Ejército tuvo injerencia directa en todas las operaciones vinculadas con la denominada lucha antisubversiva, en especial en la adquisición de blancos, en la obtención de información y exclusivamente en los interrogatorios de las víctimas, muchos de los cuales se realizaron bajo torturas”, expresó el comunicado.

Según se expresó de Alvarez, “dependía el Destacamento de Inteligencia 181, con capacidad para ejecutar los procedimientos técnicos de las siguientes actividades de inteligencia: reunión de información, contrailnteligencia, sabotaje, subversión y actividades psicológicas secretas, entre las que se incluyen los falsos enfrentamientos y la divulgación pública de información falsa”.

Se señaló también que “por ello la opinión y el criterio de Alvarez debía ser necesariamente escuchado en los cónclaves en los que se decidía el destino final de las víctimas, entre ellas los hijos nacidos en cautiverio, en el que participaba el Primer Jefe del Estado Mayor del Comando en V Cuerpo del Ejército, general Adel Edgardo Vilas y los jefes de Departamento, Coroneles con jerarquía “G”“.

El comunicado expresó también que “la investigación encabezada por el Juzgado Federal alcanza los veinte cuerpos y llega a un total de más de 3.900 fojas”.

Por último se indicó que “la profundización de la pesquisa dio como resultado el descubrimiento de una pseudo estructura que aparentemente brindaba apoyo al prófugo, tanto material como espiritual, que dio por resultado la iniciación de una causa penal por encubrimiento, en la que hasta el momento aparecen imputada la ex esposa, su nuera y una amiga de una de las hijas del prófugo”.

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