Esta nueva caída, la tercera de manera consecutiva, desnudó el complicado momento que atraviesa San Lorenzo. Al menos hoy dio la imagen de un equipo que no sólo sufre un bajón futbolístico, sino también abatido anímicamente.
Independiente comenzó a ganar el clásico casi desde el comienzo, porque ni bien trascurrieron los primeros minutos quedó en claro que sus jugadores estaban en condiciones de plasmar en el campo su plan de juego.
El equipo dirigido por Jorge Almirón se paró firme en su campo de juego y a partir de allí partió en contraataque, desnudando las falencias defensivas que mostraba San Lorenzo, aunque es cierto que no creó situaciones de riesgo, más allá de un remate de emboquillada de Federico Mancuello que se fue apenas por encima del travesaño.
El conjunto de Avellaneda liquidó el partido a los 32 de la primera etapa con un golazo de Daniel Montenegro. El colombiano Mario Yapes le cometió una infracción a Claudio Riaño. El Rolfi se paró frente a la pelota y con un estupendo remate de derecha la colocó cerca del ángulo izquierdo del arco defendido por Sebastián Torrico, quien sólo miró.
San Lorenzo intentó reaccionar, pero le faltó fútbol e intérpretes, apenas si las corridas de Julio Buffarini por derecha podían crear alguna preocupación a la defensa de Independiente.
Pero además de la falta de profundidad San Lorenzo mostró muchas grietas en defensa, algo que quedó en evidencia en el segundo gol de Independiente.
Corrían 22 del segundo período cuando Yepes quiso entregarle la pelota a Torrico y la dejó corta, Juan Mercier quiso cortar y se cayó y esa suma de errores permitió que el balón fuera a parar a los píes de Juan Martín Lucero. El delantero ingresó en el área y en su intento por sacarle el balón Torrico le cometió infracción, que Diego Rodríguez transformó en gol.
Las ventajas que daba San Lorenzo eran tantas que Independiente pudo haberlo goleado. Montenegro, Francisco Pizzini (en dos oportunidades), y Nicolás Figal pudieron haber ampliado el marcador, pero fallaron.
Eso sí, el visitante de la posibilidad de golear pasó al sufrimiento. Inexplicablemente en el cierre del cotejo los dirigidos por Almirón se metieron en su área y a los empujones San Lorenzo lo complicó.
A los 36, Héctor Villalba puso el 1-2 y le abrió una puerta a San Lorenzo. Pero hoy por hoy el conjunto que dirige Edgardo Bauza no está para las remontadas, e Independiente lo aprovechó.
