El último informe del Consejo de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres de Filipinas, publicado hoy jueves, indicó que el Mayón registró 142 terremotos volcánicos en las últimas 24 horas, más del triple que el día anterior.
Además, se produjeron 251 desprendimientos de rocas incandescentes y el volcán expulsó 757 toneladas de dióxido de azufre en la última jornada.
Aunque hasta el momento el volcán está incrementando su actividad progresivamente, los expertos del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Philvolcs) aseguran que en las próximas semanas se ocurrirá una violenta explosión que formará una columna de gases y materiales volcánicos de 5 a 10 kilómetros de altura.
“Los residentes de la zona tienen que seguir prestando mucha atención a la información que divulgamos sobre el estado del volcán”, dijo a los medios el director de Philvolcs, Renato Solidum.
Por su parte, la Agencia Meteorológica de Filipinas (PAGASA) advirtió de fuertes precipitaciones que se producirán en los próximos días en la zona del Mayon por la presencia de una tormenta tropical, y que podrían provocar desprendimientos de tierra en las laderas del volcán por su inestabilidad.
El gobernador de Albay señaló que el proceso de evacuación de residentes dentro del perímetro de seguridad está casi completo, ya que sólo quedan unas 3.700 personas por trasladar.
Aunque en un principio las autoridades estimaron que más de 50.000 personas vivían en el perímetro de seguridad, nuevas cifras indican que se trata de unas 35.700.
Según Salceda, el Gobierno local necesitará unos 178 millones de pesos (3,99 millones de dólares) para los tres meses que se espera que los evacuados tengan que permanecer en los 15 colegios, una iglesia y tres centros de evacuación designados para los afectados.
El Mayon, ubicado en la isla de Luzón y a unos 360 kilómetros al sureste de Manila, es uno de los más visitados por los turistas atraídos por la belleza del paraje y la perfecta forma cónica del volcán.
Asimismo, es uno de los volcanes más activos de Filipinas, y según los expertos ya entró en erupción cerca de medio centenar de veces en los últimos 500 años.
La peor de las erupciones conocidas de este volcán sucedió en 1814, cuando causó 1.200 muertos y enterró la ciudad de Cagsawa, bautizada desde entonces como “la Pompeya filipina”.
El año pasado, el volcán arrojó una nube de ceniza y rocas que se alzó unos 500 metros, causando la muerte de cinco personas, entre ellas una turista española.
