El paro, que se hizo con atención de pacientes en las guardias y urgencias, afectó la atención en los consultorios externos y estudios programados de los hospitales provinciales, municipales y centros de salud, afirmaron las fuentes consultadas.
La medida de fuerza forma parte del plan de lucha que lleva adelante el sector en demanda de la reapertura de negociaciones paritarias, que incluyó dos paros de 24 horas el 21 de agosto y 3 de septiembre, y otro de 48, el 27 y 28 de agosto, en coincidencia con la medida de fuerza de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
En ese marco, un congreso de CICOP resolvió el viernes realizar una nueva medida de fuerza por 24 horas el 18 de septiembre, con una marcha en fecha y lugar a definir por el gremio.
Médicos y profesionales de la salud bonaerenses reclaman un 30 por ciento de aumento salarial para la segunda mitad del año, para “cubrir el desfasaje inflacionario”, con una cláusula de actualización trimestral automática.
Los paros se concretaron tras el acuerdo paritario de abril, que CICOP firmó “en disconformidad y anticipando que por la inflación pediría reapertura de paritarias antes de fin de año”, recordó el gremio en un parte de prensa.
Además, pide que el incremento se implemente para médicos residentes y reemplazos en las guardias, y la anulación del impuesto a las ganacias.
“Que el gobernador Daniel Scioli reabra las paritarias y asigne un presupuesto de emergencia para el segundo semestre de este año para el sector salud”, expresó el gremio en un comunicado.
El viceministro de Salud bonaerense, Sergio Alejandre, aseguró el 21 de agosto que la medida de fuerza que hizo el gremio estuvo “fuera de lugar”.
El funcionario consideró en esa oportunidad que el salario de los médicos “en esta gestión aumentó un 200 por ciento en forma consecutiva y acumulada”.
El presidente de CICOP, Fernando Corsiglia, expresó en esa oportunidad que el gremio también pide una partida especial para el sector salud, para “satisfacer la creciente demanda de atención de la población”.
