Es que al no contar con los dólares frescos que se buscaron en la primera mitad del año el ex titular del BCRA afirma que el camino que se busca es “la creación de nuevos enemigos y de gestas épicas se harán más presentes que nunca”, y que el costo de estas cruzadas, serán “cada vez más riesgoso.”
Tras preguntarse si es posible que Nación Fideicomisos pueda ser un agente de pago internacional cuando no tiene ninguna experiencia en la materia, Redrado explica que “el abanico de opciones para superar la situación actual no es amplio para este Gobierno, dada su escasa credibilidad y el despilfarro por el que transita la política económica.”
Según el dirigente massista, “el modus operandi da señales de constante improvisación: primero se dispara contra el financiamiento externo, luego se encuentra el nuevo culpable en el empresariado local, al que se le aplicaría una nueva política de apriete a través del proyecto de ley de abastecimiento.”
Y añade: “Entonces el Congreso sólo es notificado a último momento para ‘socializar' los conflictos irresueltos y ha sido relegado en las decisiones más importantes. Sólo quieren un trámite parlamentario que les otorgue un cheque en blanco para promover mayor irresponsabilidad.”
Redrado alerta sobre esta maniobra que “emprender un renovado conflicto con el sector privado en momentos donde reina la incertidumbre y escasea el empleo no parece razonable para proteger el poder de compra de los argentinos”, como “tampoco lo es la inacción en términos de corregir las inconsistencias que imperan en la economía.”
El hoy importante dirigente del FR y destacado economista advierte que “la exorbitante cantidad de pesos, que son unos $600.000 millones, que es el total de pasivos monetarios del BCRA, y la escasez de dólares que ronda los US$ 29.000 millones, generan cada vez más tensiones”. Además agrega que “por un lado, restan aún vencimientos que serán pagados con reservas, y ¿cómo justificará la autoridad monetaria la existencia de reservas excedentes, luego del decreto 1311/14? Y por el otro, la oferta de divisas comerciales es cada vez menor; o sea que habrá que concentrarse, de aquí en más, en evitar la fuga, y eso se traducirá en mayores restricciones.”
También Redrado resalta que “por el lado de los pesos, la capacidad de financiamiento del Banco Central se asienta sobre bases cada vez menos genuinas, al distribuir ganancias contables en vez de realizadas, en un marco donde la actual Carta Orgánica habilita a financiar por debajo de lo que el sector público requiere, y en donde restan $ 70.000 millones entre adelantos transitorios y utilidades pero se necesitan más de $ 100.000 millones hasta fin de año, dejando la incógnita de cómo esa brecha será cubierta si no se reduce el gasto público.”
Por lo tanto, el ex presidente del BCRA pronostica que “en definitiva, todo indica que el riesgo cambiario terminará agravando un cuadro preexistente de recesión con inflación y de deterioro social; y así las cosas, tras años de magro desempeño, en 2014 el salario y el empleo caen en forma conjunta, configurando el peor escenario en una década.”
Y toma como fundamento de sus afirmaciones los recientes datos del mercado de trabajo que “reflejan una serie de récords preocupantes: la mayor destrucción del empleo desde 2003 que fue de 500.000 puestos en el último año y 140.000 en los últimos tres meses, y la menor tasa de actividad en diez años.”
Y concluye: “Claramente, asistimos a una rápida y continua erosión del mercado laboral, pilar fundamental para la inclusión social, lo cual deja en evidencia que la tensión cambiaria no resulta indiferente al resto de la economía. Entonces la calidad de la política económica que se disponga a tal efecto, será clave para delinear el escenario hacia el fin del mandato de la actual administración, por lo que éste es el momento de acercar propuestas que permitan por lo menos normalizar el frente externo. Por eso, desde el Frente Renovador llevaremos adelante una propuesta legislativa que permita demostrar la voluntad de pago del país en jurisdicciones que brinden un status legal semejante al de los Estados Unidos.”
Por eso, Redrado sostiene que “el objetivo principal del Gobierno debería ser de aquí en más evitar a toda costa generar más inestabilidad cambiaria, ya que las tensiones serán acuciantes si persiste esta dinámica en las variables. Generar bases sólidas y consistentes es la forma de ocuparse del crecimiento económico y del bienestar de los ciudadanos. Cualquier otro enfoque de política económica confunde gravemente el diagnóstico, y el margen para la mala praxis ya se extinguió. La impericia nos puede seguir dando sorpresas, y ése es el mayor riesgo hacia 2015.”
