Las autoridades liberianas siguen buscando al resto de los enfermos, ya que temen que puedan propagar la enfermedad, que se transmite por el contacto directo con fluidos corporales.
“Esta gente no escapó intencionadamente como algunos pueden hacer entender”, aseguró el ministro liberiano, que explicó que los pacientes huyeron presos del pánico para “mantenerse a salvo”, según reproduce la agencia EFE.
El asalto se produjo la noche del sábado, cuando un grupo de residentes de la comunidad de West Point entró al centro de aislamiento -que se había creado recientemente- para conseguir colchones, informó la radio local Veritas.
Este saqueo provocó la huida de 37 pacientes, que padecen ébola o que habían sido puestos en cuarentena tras presentar los síntomas de la enfermedad, lo que generó una gran alarma en la capital liberiana ante el alto riesgo de propagación del virus.
En los últimos días la enfermedad se está expandiendo con mayor velocidad en Liberia, donde ya se registraron 466 muertos y 834 casos.
Según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde el pasado mes de marzo la epidemia se cobró la vida de 1.229 personas e infectó 2.240 en África Occidental.