Fuentes policiales informaron a Télam que la detención del sospechoso se concretó cerca de las 12, en una estación de servicio de Zárate, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Según contó esta tarde a la prensa Miguel Ángel Alegre, padre de Enzo, en ese lugar, el acusado "le dijo a una chica (que trabaja en la estación de servicio) que había matado a un nene".
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Miguel Ángel indicó que horas antes, un "testigo clave" se había presentado en su casa, le dio datos sobre el acusado y le contó que "la esposa y la suegra" de éste "le estaban pidiendo que se entregue".
De acuerdo a los pesquisas, Daniel trabajaba como electricista y tiene un cuñado que es miembro de la Prefectura Naval Argentina y que les reveló a los efectivos policiales dónde se hallaba este mediodía el sospechoso que buscaban.
Un jefe policial que participa de la investigación explicó a Télam que el acusado no ofreció resistencia a los efectivos que lo fueron a detener a la estación de servicio y que en esas circunstancias les dijo que el arma utilizada para cometer el crimen la había tirado.
Tras la detención, y a pedido de la fiscal Andrea Palacios, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Zárate, los policías allanaron la casa del acusado, ubicada en Vicente López y Planes y Arribeños, de Zárate, en busca de evidencias, entre ellas el arma utilizada, aunque hasta esta tarde la misma no había sido hallada.
En el interior de ese domicilio, los efectivos secuestraron un auto Daihatsu Charade color blanco, similar al que describieron algunos de los testigos del homicidio de Enzo que dijeron que el asesino había huido en ese vehículo junto a su hijo.
"Un detalle muy especial que tenía (el auto) y que los testigos reconocieron fue una ventanilla de atrás como una especie de ojo de buey. No son vehículos muy conocidos. No sé si debe haber dos o tres más en Zárate", señaló el titular de la Jefatura Departamental Zárate-Campana, comisario mayor Carlos Alvarez.
Para el padre de Enzo, la detención de Daniel, al que calificó de "basura" y "lacra", le produjo "un poquito de tranquilidad por saber que va a estar entre rejas" aunque dijo que su familia "está destruida" por la muerte del niño.
En tanto, la fiscal Palacios prevé indagar mañana a Daniel por el delito de "homicidio simple" aunque no descarta que la calificación legal se agrave, con el avance de la investigación, a "homicidio calificado por alevosía y premeditación".
El hecho ocurrió cerca de las 19 del domingo, en la plaza Soldado Argentino, en la esquina de Piedrabuena y Pitrau, donde Enzo y otro chico de 13 años estaban sentados en un banco, conversando.
Según establecieron los investigadores, en el lugar apareció un hombre, acompañado por su hijo también menor de edad, e increpó a los dos niños.
Este hombre les reclamó a los chicos que le devolvieran una campera y un teléfono celular que le acababan de robar a su hijo y sacó un arma de fuego con la que le disparó en la cara a Enzo, quien recibió el impacto de bala en el ojo izquierdo, lo que le provocó la muerte minutos después.
"Le pegó tres culatazos a mi nene, lo hizo agachar o tirar al suelo, y le dijo: 'A vos te voy a matar como una rata'", recordó Miguel Angel en base a lo que le comentó a él el chico que estaba junto a Enzo al momento del hecho.
Un jefe policial aclaró que, antes de escapar, el agresor también le disparó al otro niño, aunque el balazo no salió, por lo que éste "se salvó de milagro".
"'Corré porque a vos también te voy a matar', le dijo al otro chiquito que, lógicamente, se asustó y salió corriendo", precisó Miguel Ángel.
Este chico fue localizado por los pesquisas recién ayer por la tarde y reconoció ante la Justicia que él y Enzo había cometido un robo poco antes del crimen, aunque los padres del niño asesinado negaron que su hijo fuese un ladrón y aseguraron que mendigaba haciendo malabares en los semáforos y trabajaba en una verdulería.
