Para el dirigente, la nueva Ley Ambiental de Córdoba “es clara: ni caben segundas oportunidades para la multinacional, ni se puede actuar impunemente. Todas las miradas se dirigen ahora a las autoridades municipales y provinciales, que deben respetar la ley y acabar con este conflicto de una vez por todas”, opinó.
La presentación ante la Secretaría de Ambiente dice que Monsanto “no puede presentar un nuevo estudio de impacto ambiental sobre el mismo emprendimiento”, en virtud de la Ley provincial 10.208, que “es de orden público y plenamente operativa” desde su sanción, en junio pasado.
Los ambientalistas esgrimen que el artículo 20 de la norma “no deja lugar a dudas”, en la medida en que “todo proyecto que fuere desestimado o rechazado por la autoridad de aplicación no puede presentarse nuevamente para su evaluación”.
En febrero pasado, una comisión de la Secretaría de Ambiente de Córdoba consideró insuficiente el primer estudio ambiental elevado por Monsanto y luego rechazó sus recursos de reconsideración y jerárquicos, lo que trabó las obras en Malvinas Argentinas.
No obstante, ejecutivos de la multinacional dijeron en varias oportunidades que están preparando un nuevo estudio con el fin de efectuar las adecuaciones exigidas por la autoridad ambiental.
Desde el 18 de septiembre último manifestantes bloquean el paso de camiones con materiales para construir la secadora de semillas de maíz más grande del mundo porque, afirman, supondrá la aplicación de agroquímicos, herbicidas o pesticidas en grandes volúmenes, con el consecuente riesgo en una zona urbanizada.
La planta proyectada para Malvinas Argentinas es similar a la establecida en la ciudad bonaerense de Rojas y estaba previsto que se construyera en un predio de 27 hectáreas, sobre la ruta provincial A 188.