Desde la calificadora han argumentado en un comunicado que, después de cumplirse el período de gracia de 30 días del que disponía el Gobierno de Argentina para que el dinero llegara a los bonistas, se produce este "default selectivo" que no afecta a otros acreedores, según cita Efe.
"En caso de que Argentina llegara a sanear el incumplimiento del pago de los bonos reestructurados, entonces podríamos revisar nuestra calificación en función del riesgo residual de litigios a los que se enfrente el país, de su acceso a los mercados de deuda internacionales y de su perfil de riesgo general", añadió S&P.
Paralelamente a la decisión de Standard & Poor's, una delegación del Gobierno argentino encabezada por su ministro de Economía, Axel Kicillof, continuaba reunida con el mediador judicial, Daniel Pollack, para llegar a un acuerdo con los fondos especulativos que ayudara a evitar la suspensión de pagos.