El árbitro Nicola Rizzoli debió sancionar la falta y, en consecuencia, el penal para el seleccionado "Albiceleste" pero, en su lugar, otorgó un tiro libre en favor del combinado europeo.
El error del Juez europeo se fundamentó en que no consideró la desmedida fuerza que utilizó Neuer en contra del cuerpo de Higuaín, quien no advirtió su llegada.
La reglamentación prevé que se cobre falta en caso de juego brusco, es decir, cuando se utilice "premeditadamente una fuerza desmedida e innecesaria, asumiendo la probabilidad de ocasionar daño o lesión al adversario o causándolo".
Según la regla FIFA N°12, en materia de faltas y correcciones, "Si previo a tocar al adversario se juega el balón, no es infracción porque no se puede evitar el contacto físico". Sin embargo, esa misma noma plantea una excepción que debió haber sido utilizada en esta ocasión: "Si un jugador se encuentra en posesión del balón y se lo quitan con una acción violenta y con un uso desmedido de la fuerza, es falta por más que gane la posesión del balón".