El organismo reemplazaría a la Dirección General de Evaluación de la Calidad Educativa, que depende del Ministerio de Educación porteño, y no formaría parte de la cartera que conduce Esteban Bullrich.
Sobre ese punto, el proyecto, al que tuvo acceso Télam, deja abierta la posibilidad de que “organismos públicos o privados, nacionales o extranjeros” puedan financiar el Instituto mediante una “subvención”.
Según el legislador de Nuevo Encuentro José Cruz Campagnoli, el instituto de evaluación tiene “dos aspectos complicados”, que son “la autonomía del Ministerio de Educación de la Ciudad” y que “las fuentes de financiamiento son organismos internacionales”.
“Es correcta la discusión sobre la evaluación docente”, sostuvo, aunque no la de avalar “programas enlatados que son hechos por organismos internacionales para evaluar con parámetros europeos a docentes que no pertenecen a esos países”.
Campagnoli destacó el intento de “construir una mirada común con el conjunto de la oposición para evitar que este modelo prospere”, y para “discutir un proyecto general de financiamiento para la educación en la ciudad, que tiene serios problemas relacionados con la infraestructura edilicia y la falta de vacantes”.
“Cada país tiene su identidad y características propias, por lo que se termina intentando colonizar el funcionamiento educativo de una nación o en este caso, de una ciudad”, afirmó, en diálogo con Télam.
En ese sentido, el titular del gremio docente Ademys, Jorge Adaro, manifestó que “no se toma en cuenta el contexto de clases”, porque “una prueba estandar no puede expresar el proceso educativo de cada una de las escuelas”, diferente según los barrios.
Adaro apuntó al “dispar rendimiento que puede haber en las escuelas”, como consecuencia de “una política de fragmentación llevada a cabo por el Estado macrista”.
“Acá se intenta suponer que la calidad educativa es responsabilidad del docente”, dijo Adaro, al denunciar el intento de emparentar dicha calidad educativa con un beneficio económico.
“Se ataca al salario y la inestabilidad docente. Bullrich lo dijo el año pasado en el inicio del ciclo lectivo, cuando planteó que si la evalución es satisfactoria, ese docente tendrá un estímulo salarial”, recordó.
Por otro lado, “supone que si el docente falla en la evaluación puede quedar afuera del sistema educativo, por lo que visiblemente se ataca la estabilidad laboral”, criticó.
Según el gremio Ademys, los legisladores del PRO buscarían aliarse con sus pares del Frente UNEN para lograr la aprobación del proyecto, que ya fue rechazado el año pasado en la Legislatura porteña.
