“Prematuros tan extremos como estos bebés muy frecuentemente necesitan ser trasfundidos durante alguna etapa de la evaluación clínica”, aseguró la especialista.
Y detalló: “Lo que se evalúa es el nivel de los glóbulos rojos en la sangre, en relación al estado clínico de los chicos”.
“En este caso eran bebés que necesitaban oxigeno y respirador artificial por lo que se necesitaban una cantidad de hematocritos adecuada para el mejor transporte del oxigeno en sangre”, precisó.
Marzo aseguró que al enterarse de la creencia religiosa de los padres de los gemelos, la primer instancia fue “tratar de hacerles entender que la transfusión era necesaria debido al grave estado de los bebés, pero que se negaron rotundamente”.
“Por ello, decidimos respetar el derecho superior de los niños y junto al área legal del hospital dar intervención a la justicia”, manifestó.
Claudio Torresblanca, titular del área técnica y legal del hospital, aseguró que la jefa de neonatología, Gabriela Febreiani, le informó del estado de salud de los gemelos y que al “pedir la autorización a través del consentimiento firmado para la transfusión los padres amparados en una objeción religiosa no autorizan esta practica medica”.
Una vez dada la intervención legal, se recurrió al asesor de menores de turno, que en ese momento era Ebers Najle, de los tribunales de Lomas de Zamora.
“Encontramos una contradicción bioética entre la autonomía de voluntad de los padres respecto de la patria potestad de sus hijos y el derecho a la salud de los niños”, manifestó Torresblanca.
Detalló que “en consecuencia se redactó una medida autosatifactiva, que es un proceso inminente ante actos u omisiones que causen o puedan causar perjuicios, en este caso a la salud”.
Finalmente, el juez de familia número 5, Gustavo Lullo, dictó un fallo “haciendo lugar a la medida autosatisfactiva, facultando a la directora del hospital Oñativia, Silvia Marzo, a la transfusión sanguínea en la medida que fuera necesaria”.
Con la autorización de la justicia, “se realizó la transfusión a uno de los bebés y 8 días mas tarde al otro gemelar”, explicó el representante legal.
“Los bebés hoy tienen 20 días de vida, ya no necesitan oxígeno ni respirador artificial y se alimentan por boca sin necesidad de suero intravenoso”, destacó la profesional.
“Si bien aún les queda un largo camino de recuperación, la evolución es realmente positiva”, aseguró y remarcó que los “padres hubieran preferido no hacer la transfusión pero están contentos que sus bebés estén mejor”.
