“Vamos a tener una red integral de vigilancia sísmica y volcánica”, dijo a medios oficiales la primera dama y portavoz del gobierno de Nicaragua, Rosario Murillo, al referirse a la aprobación de una propuesta presentada por su país ante el SICA.
La decisión se adoptó en la sesión del consejo de ministros de Relaciones Exteriores en República Dominicana, donde también se analizó la creación de una “sala de crisis” regional para atender catástrofes naturales.
Según el secretario general del SICA, Hugo Martínez, ese instrumento permitiría responder de forma oportuna a emergencias derivadas de desastres naturales en la región, que por su posición geográfica es vulnerable a los terremotos, huracanes y maremotos.
Nicaragua presentó su propuesta al SICA a raíz de dos terremotos de magnitud 6,2 y 6,6 registrados en este país la semana antepasada, y que han ocasionado una serie de réplicas que continúan afectando las provincias de Managua y León (occidente).
República Dominicana ostenta actualmente la presidencia pro témpore semestral del SICA, integrado además por Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Sobre la actividad sísmica en el país, Murillo informó que las autoridades mantienen un “alerta roja extrema” mientras siguen vigilando la evolución de los temblores con apoyo de expertos internacionales.
El gobierno adquirirá próximamente un gravímetro, instrumento de alta precisión que sirve para estudiar las fallas geológicas y la estructura interna de los volcanes, detalló Murillo.
El aparato también permite analizar la profundidad de las cámaras magmáticas de un volcán, así como realizar estudios en el campo de la energía geotérmica y la exploración minera.
La portavoz presidencial no informó en qué país se comprará el gravímetro ni su costo, que según dijo “es alto”, pero afirmó que es de suma utilidad porque Nicaragua está “asentada sobre un campo minado de fallas tectónicas”, muchas de éstas desconocidas.
Según el Instituto de Estudios Territoriales (Ineter), los temblores continuarán en los próximos días en la zona donde se registraron los terremotos, a orillas del lago Xolotlán y cerca del volcán Momotombo, ubicado frente a la capital.
En un comunicado, el Ineter señaló que se espera que los sismos disminuyan paulatinamente en cantidad y magnitud, aunque no se descartan temblores relevantes, por lo que “deben mantenerse todas las medidas de prevención correspondientes con el nivel de alerta”.
