Por la costumbre rusa de llevar cámaras en los tableros de los autos, se lograron registrar imágenes del estallido que permitirán a los científicos estudiar los detalles del objeto, consignó la agencia Europa Press.
Los especialistas no descartan que se trate de la reingreso de un objeto de basura espacial.
En febrero del año pasado cayó un meteorito de 17 metro en la localidad de Cheliabinsk, en los Urales.
En esa ocasión el fenómeno dejó más de 1.100 heridos y liberó una energía de 500 kilotones, una treintena de veces superior a la bomba atómica de Hiroshima, según informó en ese momento la agencia espacial de los Estados Unidos (NASA).