El sismo más reciente tuvo una magnitud de 4,6 y ocurrió a las 14:39 GMT frente al volcán Apoyeque, en el capitalino Lago Xolotlán y a sólo diez kilómetros de profundidad, precisó el reporte, según consignó la agencia de noticias DPA.
El terremoto se produjo ayer a las 17.36 locales (23.36 GMT) frente a las costas de Mateare, a unos 35 kilómetros al noroeste de Managua, con epicentro en el lago Xolotlán y también a una profundidad de diez kilómetros.
En las seis horas siguientes el Ineter registró más de 400 réplicas, varias de éstas de magnitud 4 y 5 en la escala de Richter, de acuerdo con lo informado por las autoridades.
En este marco, el presidente Daniel Ortega decretó anoche “alerta roja” en toda la costa del Pacífico y en la provincia central de Boaco, donde también hubo daños materiales por el sismo.
La “alerta roja” significa poner en máxima disposición a todas las instituciones del Estado y en especial a los organismos de socorro para atender emergencias, incluyendo la rápida evacuación de familias en riesgo o afectadas por réplicas.
De acuerdo con el último informe oficial preliminar, el terremoto dejó un muerto, una mujer que falleció por infarto causado por una crisis nerviosa, 33 heridos y más de 1.200 viviendas con daños de leves a severos.
Ortega dijo que el terremoto tuvo una magnitud igual al de 1972, que devastó Managua, con la diferencia que tuvo su epicentro en el lago y que activó fallas tectónicas diferentes.
La localidad más afectada es Nagarote, ciudad de la occidental provincia de León, donde según la vocera oficial y primera dama, Rosario Murillo, hay más de 700 viviendas afectadas, mientras que en Managua se reportan unas 550 casas con daños.
También en la vecina localidad de Mateare, a 35 kilómetros de Managua, se reportaron un centenar de viviendas con daños parciales, indicó.
La mayoría de las casas afectadas son construcciones precarias, con techos de chapa y paredes de adobe, un material muy vulnerable a los sismos.
Murillo aseguró que el gobierno y sus principales funcionarios vinculados con el gabinete de emergencia no tomarán vacaciones en la próxima Semana Santa, pese a que el Ministerio del Trabajo había decretado un largo asueto de nueve días a partir de mañana viernes.
El gobierno decretó inicialmente “alerta amarilla” y ordenó suspender las clases en todas las escuelas, colegios y universidades de las provincias de Managua y León hasta nuevo aviso.