El lunes, el tribunal de la Haya consideró que el programa ballenero de Japón justificado con fines de investigación contraviene una moratoria de caza de ballenas de 1986.
Australia llevó el caso ante el tribunal en 2010, alegando que Tokio violaba las leyes internacionales al matar a cientos de ballenas al año con propósitos comerciales.
El martes, el ministro de Pesca japonés, Yoshimasa Hayashi, había dicho que no estaba dicha la última palabra: “Analizaremos la sentencia y encontraremos la manera de continuar con la caza de ballenas”.
Japón puso fin a la caza de ballenas con fines comerciales oficialmente en 1987 pero desde entonces cazaba alegando fines de investigación, algo que muchos criticaban como un agujero legal en la Carta de la Comisión Ballenera Internacional.