Las partes coinciden en que el presente principio de acuerdo contribuye a normalizar y fortalecer los históricos vínculos entre los tres países y sus empresas”.
Al mismo tiempo, Repsol, en otro comunicado, ha explicado que someterá el principio de acuerdo “a la consideración de su Consejo de Administración, que deberá pronunciarse sobre sus términos y condiciones”. El consejo de la petrolera española “analizará y acordará lo que estime conveniente en exclusivo interés de la Compañía y de sus accionistas en su reunión del próximo miércoles 27 de noviembre”.
El principio de acuerdo se alcanzó esta mañana tras una reunión de la que participaron el ministro de Economía, Axel Kicillof y su par de industria de España, José Manuel Soria.
A la reunión también asistieron Nemesio Fernández-Cuesta, director general de Repsol, Miguel Galuccio, presidente de YPF, el embajador argentino en Madrid, Carlos Betini y el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zanini. Soria llegó acompañado por los presidentes de La Caixa, Isidro Fainé y de Pemex, Emilio Lozoya, en calidad de representantes de los accionistas.
La petrolera española parece enfrentar una divisoria de aguas en su directorio ya que el presidente de Repsol, Antonio Brufau, no ha viajado a Buenos Aires, entre otras razones, por ser contrario al encuentro. El directivo catalán se aferra a la idea de mantener, por encima de todo, la batalla judicial contra Argentina y, eventualmente, iniciar otro frente contra Pemex, con la que la relación ya es nula, en el seno del directorio de la compañía española.
Este encuentro, la primera cita formal entre las partes que ha trascendido, se produce después de una semana en la que se ha disparado la tensión entre la dirección de Repsol y Pemex, empresa titular de un 9,3% de su capital y con interés en trabajar con YPF.
El gobierno argentino había presentado una propuesta a Repsol para la compensación por la expropiación parcial de YPF que contemplaba, la creación de una sociedad conjunta entre Repsol, YPF y Pemex para explotar el 6,4 % del yacimiento de Vaca Muerta e implicaba el retiro de todas las demandas judiciales abiertas por la empresa española.
Esta sociedad habría estado participada en un 51% por YPF; en un 47% por Repsol y en un 2% por Pemex.
Además Repsol recibiría 1.500 millones de dólares (1.147 millones de euros) en capital, que tendría que invertir obligatoriamente en la sociedad conjunta para financiar los proyectos de explotación.
En conjunto y según la valoración realizada por YPF, la oferta ascendería a 5.000 millones de dólares (3.823 millones de euros): 1.500 millones de dólares (1.147 millones de euros) de los bonos y 3.500 millones de dólares (2.676 millones de euros) de la participación en la sociedad.