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Nueva condena para Fabián Tablado, ahora por violencia de género

Fabián Tablado, que en 1996 mató a su novia con 113 puñaladas y cumple prisión con salidas laborales, fue condenado ahora a dos años y medio de cárcel por haber amenazado a su ex pareja, madre de sus dos hijas mellizas.
Si bien sería una pena excarcelable en un caso cualquiera, la sentencia implica la pérdida de beneficios que consiguió estando en prisión y que lo hacían pensar en su pronta libertad.

La nueva sentencia fue dictada por el juez correccional de San Isidro Facundo Ocampo, que lo declaró reincidente y fijó una pena única de 26 años y seis meses de prisión (es decir, los 24 años por el crimen de Carolina Aló y los dos años y medio por violencia de género).

Tablado había acordado con la fiscalía un juicio abreviado (evitando un debate oral) tras admitir la culpabilidad en el hecho que, según el fallo al que accedió DyN, fue “coacción”.

Aló fue asesinada el 27 de mayo de 1996, atacada por su novio y compañero del colegio, cuando discutieron porque al parecer la chica, de 16 años, no quería quedar embarazada.

En el 2000 Tablado fue juzgado por un tribunal de San Isidro y condenado por homicidio simple a 24 años de prisión.

Con las dos terceras partes de la pena cumplida, más el régimen de “dos por uno”, en febrero de 2010 quedó en condiciones de obtener su libertad.

Durante el tiempo en que estuvo preso, Tablado se dedicó al rito evangélico y tuvo varias novias. Una de ellas lo conoció cuando todavía era menor de edad, se casaron hace cuatro años y tuvieron mellizas. Pero las cosas comenzaron a funcionar mal cuando Tablado consiguió salir temporalmente y convivieron.

Según la causa, el 20 de abril de 2012 Tablado “se comunicó telefónicamente con Roxana Villarejo, a quien le profirió dichos amenazantes, con el propósito de obligarla contra su voluntad a que reestableciera su relación de pareja con él”.

En ese dialogo se escucharon frases como: “Ya está todo organizado...te vas a querer matar. Te juro por Dios que te vas a querer matar. Te digo que las cosas van a cambiar. Si no volvés conmigo Roxana...está bien. Yo te digo que tengo muchos contactos Roxana. Yo me voy a reír de vos en la concha del mundo ...Acordate lo que te digo, por Dios te lo juro. Si no volvés conmigo te juro por Dios...que el único pensamiento que vas a tener voy a ser yo...estás en el horno Roxana”.

“A mí me chupa un huevo el macumbero, a mí me chupa un huevo tu mamá, a mí me chupa un huevo todo. Yo te estoy dando la posibilidad de que vuelvas...en serio te digo”, dice la causa, al intentar explicar que Tablado buscaba “obligar” a la mujer “a que reestableciera su relación de pareja con él”.

La sentencia relata que fue la madre de Roxana la que dio el puntapié inicial al hablar de la violencia familiar, al relatar que los problemas empezaron cuando Tablado consiguió las salidas transitorias de la cárcel de Baradero, en agosto del 2011. “Durante las semanas que Roxana vivió con Fabián fue víctima de amenazas por parte de éste”, dijo la mujer, y afirmó que desde 2011 a abril de 2012 “Roxana llevó a sus hijas al penal de Baradero una vez por mes conforme lo había acordado con Fabián”, pero el joven la llamaba reiteradamente a su casa o al celular.

“Fabián constantemente la amenazaba y le refería que no iba a poder separarse nunca de él, que si ella lo dejaba iba a matar a sus hijas, como así también que si lo llegaba a denunciar no le iba a pasar dinero alguno por sus hijas”, relató.

Según el testimonio, la situación empeoró cuando la joven le dijo que iba a divorciarse y que “iba a poder ver a sus hijas con una asistente social”, por lo que volvió a amenazarla.

“Fabián le había manifestado que no tenía opciones, que si ella lo denunciaba o desarmaba la familia que tenía el azote iba a ser muy grande, que él podía hacer lo que quería, que podía salir del penal cuando quería sin problemas y conseguir un arma para matar a sus hijas, por cien pesos. Además le manifestó que él iba a ver a las menores y que si quería poner una asistente social le iba a sacar el corazón y se lo iba a comer antes que pudiera pedir ayuda”. La joven “cortó la conversación por temor pero Fabián comenzó a llamar al abonado particular de su domicilio, por lo que ella lo atendió y le pidió que dejara de llamar”, dice el expediente.

En ese momento, Tablado le dijo a su suegra: “Sos una mierda, voy a ir, y te voy a cortar en pedazos a vos también o te gusta que te meta un fierro en la cabeza? Yo voy a ver a mis hijas, Roxana no me va a dejar...yo no la voy a matar a ella yo le voy a matar a Roxana lo que más quiere y después me voy a matar yo”.

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