Afirmó Macri que “esto no tiene que ver con algo económico, sino con que el municipio comprenda que se hicieron las cosas mal y eso cuesta, y hay que hacerle frente a las responsabilidades”, remarcó el jefe comunal.
Flanqueado por padres y familiares de las víctimas del incendio del boliche Kheyvis de Olivos, Jorge Macri recordó que “estamos casi a punto de cumplir 20 años de una fecha muy triste en la historia de Vicente López, y es tiempo de dar un paso adelante e intentar cerrar una herida que todavía está abierta. Veinte años es una eternidad, ha transcurrido mucho tiempo de un hecho dramático y evitable”.
En tal sentido dijo que “este tiempo transcurrido no ha hecho más que agravar el dolor en ellos. Es necesario comenzar el camino de buscar un acuerdo para cerrar la etapa judicial de las demandas. Los fallos han sido categóricos, han definido una responsabilidad clara y concreta de nuestra Municipalidad, y es inevitable que el municipio indemnice, en lo que es una deuda moral, a estos familiares”.
Agregó que “si siguiéramos el camino puramente legal, cosa que cualquiera de los padres tiene derecho a hacer, esta causa puede llevar hasta 10 años más en la Justicia, llegando a la Corte Suprema. Y la verdad, nos parece que es una locura que esto siga extendiéndose hasta más de 30 años. Por eso quiero agradecerles a los concejales que nos acompañan de nuestro bloque y fuerzas opositoras, porque estamos enviando un proyecto de ley pidiéndole al Concejo Deliberante que nos autorice a lograr un acuerdo anticipado antes de que las instancias legales se agoten”, explicó.
Macri aseguró que ya mantuvo diálogo con algunos padres de los chicos fallecidos “y la verdad es que yo quiero saldar esta deuda del pueblo de Vicente López”.
“Si desde lo público en lugar de haberse negado este drama de Kheyvis se hubiera discutido y puesto en valor como correspondía, tal vez Cromagnon no hubiera ocurrido. La lógica de tapar y esconder, poniendo la mugre bajo la alfombra, hace que los errores se sigan repitiendo”, opinó el jefe comunal.
El 20 de diciembre de 1993, un pavoroso incendio arrasó el boliche bailable Kheyvis, ubicado en Avenida del Libertador al 1.900, causando la muerte de 17 adolescentes que disfrutaban de una fiesta de egresados del Colegio La Salle de Florida. Se cree que fue originado por la combustión intencional de unos sillones como una broma adolescente, aunque nadie fue acusado de generarlo. También se comprobó que en el boliche, que tenía capacidad para 150 personas, esa noche había unos 600 asistentes.
Aunque en los expedientes se detectaron deficiencias en la estructura de la discoteca, que fueron ocultadas con documentación falsa, irregularidades en los planos y varias fallas en la seguridad del local, hasta el momento de nada sirvieron las marchas y actos que organizaron los familiares de las víctimas, y no hubo condenados por la Justicia.
Aunque un adolescente llegó a pasar 45 días detenido, por orden de la Justicia de Menores, nunca se terminó de probar quiénes fueron los culpables del incendio y cómo lo iniciaron.
Los padres
"Si Kheyvis hubiera sido reconocido, no hubiera ocurrido Cromañón, porque las dos causas son calcadas", enfatizó el Roberto Bonomi, papá de Nicolás, muerto en la tragedia del 20 de diciembre de 1993.
Por su parte, Raúl Buganem, padre de Leandro, definió como una "manga de ratas" a los inspectores municipales que permitieron que ocurriera el incendio de Kheyvis.
“Mi hijo se merece un homenaje porque sé positivamente que salvó a muchas chicas. Los 16 hombres que quedaron ahí salvaron a todas las mujeres, si no hubiera sido un Cromañón”, señaló.
Los chicos fallecidos eran Mariano Bravo, Rolando Broda, Leandro Buganem, Francisco Gaeta, Darío Pablo García, Erica Gori, Hernán Grosso, Cristian Gutiérrez, Pablo Petralli, Javier Manteiga, Sebastián Simonini, Fernando Tablada, Maximiliano Tejedor, Rodolfo Unold, Nicolás Blanc, Nicolás Roberto Bonomi, y Jorge Luis Fajardo.
