Titan Micoperi, el consorcio ítalo estadounidense que trabaja en el proyecto, dijo que es “el mayor rescate que jamás se haya intentado hacer de un barco de ese tamaño” y que los costos estarán “por encima de los 600 millones de euros” (800 millones dólares).
Los expertos usan cables y contrapesos sacar la nave a flote, mientras que para terminar de levantarla utilizarán tanques llenos de aire unidos a ambos lados del buque, que esperan desmantelar en el primer semestre de 2014.
“Trabajaremos intensamente durante la noche. Las cosas están avanzando pero más despacio”, reconoció el director de la agencia de protección civil italiana, Franco Gabrielli, quien se mostró convencido de que la operación de rotación estará concluida a primera hora del martes.
Los trabajos comenzaron a las 9 (4 en Argentina), con un retraso de tres horas debido al mal tiempo durante la noche que impidió instalar a horario una sala de control y las barreras para contener eventuales filtraciones de gasolina del barco al mar.
A primera hora del día lograron liberar del rocoso fondo los restos del navío empleando tecnología hidráulica. “Fueron las horas de mayor inseguridad, puesto que no sabíamos exactamente cuán encallado estaba”, explicó uno de los ingenieros del equipo de expertos, Sergio Girotto.
El “Costa Concordia”, de 17 pisos, estuvo encallado desde el 12 de enero de 2012 cuando el capitán, Francesco Schettino, se acercó más de lo debido a la isla de Giglio para que los pasajeros disfrutaran del paisaje nocturno.
Pero calculó mal y el crucero naufragó con 4.229 personas a bordo, de las cuales 32 murieron y dos siguen desaparecidas.
Schettino está siendo juzgado por cargos que van desde el homicidio imprudente al abandono del barco, pues se marchó cuando las labores de evacuación aún continuaban.
Una vez que el barco haya sido enderezado, los ingenieros inspeccionarán la parte sumergida y la prepararán para la navegación. También buscarán a los desaparecidos, una mujer italiana y un miembro de la tripulación de nacionalidad india.
El costo de la operación irá a cargo de las aseguradoras de la compañía dueña del barco, Costa Crociere, una filial italiana de la estadounidense Carnival.