La mujer se refugió en las últimas horas en la sede de la organización no gubernamental Ayuda a Víctimas de Violación (A.VI.VI.) con uno de sus cinco hijos y relató que “los demás están con el padre en lo de otros familiares y así vamos rodando de casa en casa todos los días”.
María Elena Leuzzi, presidenta de AVIVI, señaló en diálogo con DyN que la madre y el niño estaban “en altísimo riesgo” y “nadie de la justicia ni del gobierno nos ayuda en nada”.
Y, señaló que recientemente los jóvenes “arrojaron botellazos a su casa, hacen tiros al aire y le prendieron fuego en la vereda, todo para intimidarlos”.
Ante ello, Leuzzi dio refugio a la mujer y su hijo en la sede de AVIVI dado que la vivienda de la calle Cerrito al 1200 era objeto de constantes amenazas e intimidaciones contra el niño y la familia.
La madre del niño, cuyo nombre esta agencia mantiene en reserva para no afectar la intimidad del nene, lamentó la situación que incluso la llevó a perder su trabajo y, en medio del fastidio que le generan los ataques, dijo que estaban dispuestos “a dejar la casa, con tal de poder seguir adelante con una vida normal”.
“Vivimos todo el tiempo con miedo”, dijo a DyN la mujer y denunció que “de parte de las autoridades no tenemos ayuda. Quedé a la deriva y eso que golpeé todas las puertas que pude”.
La madre contó que desde mediados de mayo, cuando denunció las intimidaciones tras el abuso sexual “estamos rodando de casa en casa” para evitar que el hostigamiento de los adolescentes pase a mayores y apuntó que “nadie me dio una solución”.
“Si llamo a la fiscalía o a la policía me dicen que haga la denuncia y ya la hice. No me sirve tener custodia por un día, después se van y es peor”, añadió.
La mujer lamentó que también por ser menores de edad no se pueda accionar contra los atacantes de su hijo y si bien expresó respeto por esa condición, señaló que las familias de los acusados no ayudan porque también los acompañan “con amenazas y acosos permanentes”.
“A todos ellos los conocen bien en la policía, los tienen re podridos y por más los corran, siguen en su casa, no los pueden sacar”, señaló en alusión a aparentes acciones vandálicas. El caso es investigado por el fiscal juvenil Andrés Zárate, quien -según la denunciante- le advirtió que “no van a quedar detenidos por más que haya pericias” en su contra.
El niño, en tanto, “está controlado porque lo único que tiene es la terapia” psicológica por el abuso, relató la mujer y acotó que “lo peor es que sigue la intmidacion, cuando salimos de casa para ir a la escuela o comprar tenemos que pasar siempre por ahi y el fiscal minimiza todo”.
