Leuzzi le contó a la prensa que se presentó el martes pasado, a las 2 ó 3 de la tarde, en la casa de Ravignani, y recordó que había visto unas llaves al lado de la computadora, y ella le recomendó a uno de los hermanos de la menor que la guardara porque se iban a perder.
“El me dijo 'no esas llaves son de Ángeles'. No le presté atención al tema recién cuando un abogado me lo hizo ver. Por eso estoy acá, siempre asisto a víctimas y nunca me tocó declarar como testigo”, dijo la mujer.
Según relató, notó al padre biológico de Ángeles muy quebrado, al igual que a dos de los hermanos, mientras que a un tercero -el que le habló de las llaves- lo notó “ausente”. También reveló que le aconsejó a la madre de Ángeles que preparara una muda de ropa para cuando buscaran el cadáver, y que la mujer le respondió: “Ya lo pensé, voy a usar el vestido de 15”.
Leuzzi dijo a la prensa que la fiscal le había dicho que su aporte era “muy importante”.