En una conferencia de prensa llevada a cabo en la Casa Pastoral Diocesana, en la que anunció que durante el sábado y domingo próximos tendrá lugar la tradicional Colecta Anual de Cáritas, bajo el lema “Apuntamos alto–Pobreza Cero”, Monseñor Ojea denominó “las nuevas pobrezas” a “la violencia, las adicciones, y la trata de personas”, y dijo que el problema no es ya la falta de vestimenta o de alimento, sino “la falta de vivienda, la falta de la tierra, y el hacinamiento”.
“Si unimos la pobreza a las necesidades inmediatas y pensamos en la carencia del vestido, vemos que en el gran Buenos Aires posiblemente esto no sea la gran dificultad: Sí el problema de vivienda en todo el gran Buenos Aires, por el tema de la tierra y también por el tema del hacinamiento, en pequeños espacios mucha gente”, precisó.
Ojea expresó sin embargo cierto optimismo al considerar: “Creemos que es posible en la Argentina llegar a la pobreza cero. A veces parece una utopía, parece algo lejanísimo, más si consideramos cuánta inequidad hay en nuestro país: La Argentina es uno de los países de mayor inequidad en América Latina. La diferencia entre ricos y pobres es muy grande entre nosotros”.
Sin embargo subrayó que “la Argentina tiene toda una capacidad desde el punto de vista de su tierra, de su gente, de sus posibilidades de generar la igualdad de oportunidades para todos. Esto es lo que quiere la iglesia y, a través de Cáritas, trabaja para esta finalidad.”
Sobre “apuntar alto”, el prelado expresó que ello significa “servir a aquellos que necesitan de nuestra ayuda, de nuestra compañía, de nuestra contención ofreciéndoles lo mejor: Para los pobres lo mejor”, explicó, y añadió que “el término apuntar alto que es también como soñar alto, lanzar el sueño para que se pueda cristalizar en realidad”.
