edición 7359 - visitas hoy 61850

elcomercioonline.com.ar Noticias Zona Norte

Noticias Zona Norte

Murió el capo del “Clan Puccio” que secuestró y asesinó a tres empresarios en San Isidro

Arquímedes Puccio, el jefe de una banda familiar que en los 80 secuestró a cuatro empresarios y asesinó a tres de ellos en su casa del partido bonaerense de San Isidro, murió esta madrugada a los 84 años en la ciudad pampeana de General Pico.
El fallecido había purgado dos tercios de su condena a 25 años de prisión, hasta que el 17 de julio de 2008 recuperó su libertad y se instaló en Pico, donde vivía con una mujer varios años menor en una casa de la calle 4 al 1200.

Alrededor de las 4 de la madrugada, según confiaron fuentes policiales a DyN, Puccio murió a raíz de las complicaciones por un accidente cerebro vascular (ACV) que había sufrido en las últimas semanas y por el cual había sido atendido en el hospital local.

A fines de la última dictadura e inicios de la democracia, la familia de Arquímedes -que en 1973 estuvo vinculado al entonces ministro de Bienestar Social, José López Rega- secuestró a los empresarios Ricardo Manoukian, Emilio Naum y Eduardo Aulet.

En una práctica criminal que parecía calcada del terrorismo de Estado de la dictadura, los mantuvo cautivos en un sótano de la casa familiar y terminó asesinándolos pese a que habían cobrado los rescates.

También secuestraron y mantuvieron cautiva a Nélida Bollini de Prado, pero el lunes 23 de agosto de 1985 los efectivos de la Policía Federal allanaron la casona ubicada la esquina de Martín y Omar y 25 de Mayo, San Isidro, y consiguió rescatarla con vida.

Ahí se destapó que el llamado “Clan Puccio” estaba compuesto por Arquímedes, dos de sus cinco hijos -Daniel y Alejandro-, el militar retirado Rodolfo Franco y sus amigos Guillermo Fernández Laborde y Roberto Oscar Díaz.

En 1995 los Puccio fueron condenados a prisión perpetua y Arquímedes pasó varios años en la cárcel hasta que por su edad empezó a gozar del beneficio de la prisión domiciliaria en la misma casa en que había perpetrados los crímenes.

Pero en 2004 la Justicia revocó ese beneficio y fue trasladado al Correccional Abierto de General Pico.

Durante su estadía allí salió una tarde hasta una despensa que estaba frente al penal de régimen abierto y robó dos sobrecitos de sopa, que escondió en un bolsillo de su sobretodo.

El propietario del comercio lo advirtió y lo denunció sin saber que era Puccio, y así en agosto de 2005 perdió sus privilegios y recayó en la Unidad Penal 4, de Santa Rosa, donde terminó de cumplir su condena.

El juez de ejecución penal de la Capital Federal, Sergio Holgado, consideró cumplidos para Puccio los 25 años de prisión -contabilizando un tramo de la condena bajo la ley del dos por uno- y en consecuencia resolvió su excarcelación en 2008.

Allí volvió a vivir a General Pico, donde se convirtió al evangelismo e intentó ejercer su profesión de abogado, carrera que había estudiado en las cátedras penitenciarias que dispone la Universidad de Buenos Aires.

Su hijo Alejandro -ex rugbier del Club Atlético San Isidro y la selección nacional Los Pumas- también había conseguido la excarcelación pero murió a los 49 años como consecuencia de una infección generalizada, en 2008.

Una y otra vez, Puccio hijo negó haber sido parte de la organización criminal: dijo que vivía en esa casa de San Isidro donde estuvieron secuestradas las víctimas, pero aseguró que nunca supo nada, y proclamó que era inocente.

Quiso suicidarse cuatro veces. El episodio más recordado fue el 8 de noviembre de 1985, cuando se arrojó al vacío con las manos esposadas desde un segundo piso del Palacio de Justicia, donde esperaba ser llevado ante el juez de la causa.

En prisión estudió en el Centro Universitario Devoto la carrera de psicología y se casó en 1993 con Nancy Arrat.

Últimas Noticias