También condenó a 24 años a la esposa de Souto, Ana Cristina Moyano; a 21 años a Federico Esteban Maidana, a 19 a Celeste Mónica Moyano, a 18 años a Elías Emanuel Vivas y a 17 años a Jennifer Stefanía Souto, mientras que dictó la absolución para una joven que era menor en el momento de los hechos.
Al momento del veredicto, Jennifer Estefanía Souto Moyano, hija de Souto, estalló en una crisis de nervios y hubo que retirarla de la sala, mientras que sus familiares también gritaban.
El juez amenazó con desalojar la sala si no se guardaba silencio para terminar de leer el veredicto, y cuando finalizó los familiares de Matías cerraron con un aplauso.
La Justicia también ordenó investigar el delito de asociación ilícita. Momentos después los condenados comenzaron a gritar e insultar a la familia de la víctima.
Matías Berardi fue secuestrado el 28 de septiembre de 2010 cuando regresaba en una combi de un baile en la Capital Federal a su casa de Ingeniero Maschwitz. El chico bajó en una estación de servicio de ruta 26 y la ruta Panamericana Ramal Pilar para después ir a su domicilio.
La madre de Matías recibió un llamado donde le exigían un rescate de mil pesos y objetos de valor pero terminaron exigiendo 30 mil pesos.
Lo tuvieron cautivo en un taller de Benavídez. En un momento escapó y pidió ayuda, pero lo alcanzaron dos de los delincuentes que convencieron a la gente de que era un ladrón que huía.
Un día después lo llevaron hasta un camino de tierra de Campana y lo mataron con dos tiros en la cabeza.