Luego, la actual Presidenta buscó seguir en la misma línea de su esposo, aunque las circunstancias económicas ya no eran las mismas en la región.
En 2010, el propio Chávez, admirador de siempre de Juan Domingo Perón, contó cómo se inició la relación con Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
El venezolano relató que cuando Kirchner llegó a la presidencia en 2003, él preguntaba "Néstor qué?" y recordó que luego visitó Buenos Aires para la asunción pero "no sabía qué rumbo iba a tomar", hasta que un tiempo después recibió una llamada de Kirchner, quien le pedía ayuda.
Chávez contó que ese día escuchó: "Acá me quiere chantajear la burguesía argentina, sobre todo las transnacionales petroleras". Entonces, el presidente de Venezuela refirió que "me pidió apoyo en lo energético, por lo que me mandó a Julio de Vido, el ministro de Planificación".
Sin embargo, la relación se hizo sólida y permanente recién en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata en 2005, adónde llegó el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush para pedir un compromiso de la región con el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que Kirchner y Chávez combinaron en rechazar, el venezolano de manera más enfática, con un acto paralelo a la Cumbre en el que proclamó: "ALCA, ALCA... al carajo".
La relación con el país caribeño fue el vínculo internacional más claro y permanente de los gobiernos de los Kirchner en sus diez años. La historia de la relación tuvo capítulos polémicos, como la valija de 800 mil dólares presuntamente destinados para la campaña presidencial de Cristina Fernández, descubierta en Aeroparque a la llegada de un vuelo oficial en manos del valijero Guido Alejandro Antonini Wilson, en 2007.
Ambos gobiernos compartieron proyectos de envergadura que no llegaron a plasmarse, como el Gasoducto del Sur, que iba a unir a Caracas con Buenos Aires, cruzando Brasil. Una foto para la historia testimonia que ambos presidentes lo presentaron con regla y lápiz sobre un mapa.
También el Banco del Sur, que debía ser una alternativa a las organismos internacionales de fomento de inversiones, quedó diluido por la crisis internacional de 2009.
Luego, Cristina Fernández sintetizó el grado de la relación con Chávez en octubre pasado cuando escribió por Twitter a Chávez "tu victoria también es la nuestra", para celebrar el triunfo electoral.
El impacto de la muerte de Chávez que conmueve a toda la región, tendrá profundas consecuencias en las relaciones latinoamericanas y será de efecto especial para el gobierno argentino.
También los vínculos económicos y comerciales entre Buenos Aires y Caracas se intensificaron a partir de la asunción de Kirchner.
A grandes rasgos, el intercambio comercial consistió en ventas venezolanas de combustibles pagadas con exportaciones argentinas de aceite de soja, leche, maíz, carnes, autopartes, semillas, arroz, vehículos utilitarios, tubos sin costura y trigo, en el marco de decenas de acuerdos comerciales rubricados en la última década.
Igualmente, ese intercambio mostró año tras año un saldo cada vez más favorable para la Argentina, que de un superávit bilateral de unos 480 millones de dólares en 2003, saltó a mil millones en los años siguientes.
Entre 2004 y 2012, Venezuela le exportó a la Argentina combustibles por 5.200 millones de dólares, en tanto que importó productos por 10.500 millones.
En 2013, se estima que la Argentina importará combustibles por 1.120 millones de dólares y se exportarán productos por 1.940 millones.
Otro aspecto de importancia en la relación económica bilateral fue la compra de bonos de la deuda argentina por parte de Venezuela (1.600 millones de dólares en 2005 y 3.100 millones en 2009), en sendas operaciones en la que el gobierno caribeño posteriormente vendió esos títulos a un tipo de cambio superior al oficial.
