"No tengo nada que ocultar, vivo de una manera trasparente, de mi trabajo, no me compré ninguna propiedad en ningún barrio de lujo o fastuoso y seguiré insistiendo en mi inocencia. Claro que voy a apelar", aseveró.
Solo se refirió a que durante su carrera le tocó trabajar sobre diversas causas de corrupción que nunca llegaron a juicio, y en cambio a ella la están condenado por 100 mil pesos que, según se probó, no le provocaron un perjuicio patrimonial al Estado o la sociedad.
"En la Justicia argentina, en el Poder Judicial, mejor dicho, entiendo que hay 'hijos y entenados'. Hubo hechos gravísimos de casos de corrupción donde nunca nadie llegó a juicio oral, como el caso de Banco Nación con coimas de 30 millones de dólares, y no hubo condenas. Esto es una cosa que no puedo entender. Y acá (hay condena), por 100 mil pesos, además".
No obstante, de inmediato aclaró que para ella esa cifra implica "mucho dinero" y por eso siempre se cuidó de contarlo y armarlo en un bloque termosellado.
"Acá lo importante es que la propia Fiscalía dijo que no hubo perjuicio para el Estado, solo un perjuicio para mí; (el origen del dinero) está absolutamente explicado, pero no lo tomaron en cuenta", aseveró.
En ese marco, Miceli hizo hincapié en "marcar la diferencia" para que "lo piensen todos", y señaló que ella nunca tuvo atrás una estructura de poder.
Un periodista le requirió cómo podía decir eso si la causa se inició cuando era titular del Palacio de Hacienda, pero la ex funcionaria respondió: "Fui ministra del Ejecutivo pero llegué desde un lugar desde el cual no llegan los ministros de Economía. No tuve una estructura de poder propia y muchos otros ministros si la han tenido, y aquí lo estoy pagando".
Miceli aseveró que "a lo largo de todo el juicio no hubo ninguna prueba contundente de esto que armaron con una gente que no conozco y no tengo nada que ver", en alusión a la financiera Cuenca, mencionada en la causa como supuestamente relacionada con el dinero de la ministra.