La CONMEBOL añade además que el árbitro chileno Enrique Osses "intentó persuadir en reiteradas oportunidades, el reingreso del equipo de Tigre, para continuar el partido. Además del tiempo estipulado reglamentariamente, aguardó durante 35 minutos (en suma 50 minutos) el retorno al campo de juego".
"Ante la negativa de los jugadores de Tigre que adujeron falta de garantías y agresión, el árbitro decidió poner fin a su inusual espera y aplicó el reglamento, determinando la conclusión del juego con el resultado de 2-0, vigente hasta ese momento, y que significó la consagración del San Pablo", siguió el comunicado.
"La Confederación lamenta profundamente el suceso acontecido en el marco del juego final por la Copa Sudamericana, un hecho que castiga con extremada dureza, el prestigio del fútbol continental", se subrayó en el documento.
Ante los hechos ocurridos, Tigre, con el respaldo de la AFA, presentarán su descargo a la CONMEBOL, por los lamentables hechos ocurridos durante el entretiempo de la final en Brasil.