Cuando Ulises Giusti, un mecánico industrial de 42 años, llegó su casa (la número 370) en su auto junto a su esposa, Jessica Furlong, y su hija de corta edad, lo sorprendieron cuatro delincuentes armados que los obligaron a ingresar a la propiedad.
Los ladrones, luego de maniatar con precintos plásticos a las víctimas, abandonaron el country llevándose el dinero y varios electrodomésticos sin ser advertidos los guardias, destacó el informante.
Los investigadores policiales presumen que los asaltantes salieron del barrio por la entrada principal ya que no se encontraron cortes en el alambrado perimetral.
La policía, que instruyó actuaciones por "robo calificado, por el uso de arma de fuego, en poblado y en banda", dio intervención al fiscal Daniel Márquez, titular de la UFI 2 de la zona.