El suceso ocurre cada dos años y medio en promedio y, de coincidir con una erupción volcánica o incendios forestales intensos en alguna parte del planeta, el cuerpo lunar podría adquirir cierto tono azulado.
El lo que sucedió en 1883, tras la explosión del volcán indonesio Krakatoa, y también en 1983, con la erupción de El Chichón, en México.
Los astrónomos indican que la Luna azul puede suceder en cualquier mes, excepto febrero, y según cálculos realizados, no volverá a ocurrir hasta julio de 2015.
Si bien es muy extraño que el fenómeno se repita en el mismo año, lo que tiene una ocurrencia de entre tres y siete veces en cada siglo, en 1999 se repitió la "Luna azul", en enero y marzo.
Entre las más inusuales, se ubican las 31 de diciembre: la última se vislumbró en 1990 y la próxima será en 2028.