Esta banda comercializaba estas drogas en lugares residenciales y lo hacían mediante la modalidad de "delivery".
En los allanamientos efectuados se secuestraron 470 gramos de cocaína, unas 1.500 dosis, y 400 gramos de marihuana fraccionados en paquetes para ser comercializados, balanzas, 24.000 pesos en efectivo, 14 pastillas de éxtasis, armas de fuego calibres 38, 40 y 22 con sus respectivas municiones, y armas blancas.
En el marco del operativo denominado "Alta Sociedad" -porque la venta de drogas se realizaban en barrios residenciales- se realizaron cuatro allanamientos: en Avenida Del Libertador 1350 del partido bonaerense de Vicente López, en la calle Sinclair 3227, en Carlos Pellegrini 101 -Hotel Conte-, y en Cucha Cucha 2290, los tres últimos de la Capital Federal.
"Se trata de una banda que se dedicaba a la comercialización de cocaína en grandes cantidades con la modalidad delivery en las zonas más adineradas de la Capital Federal y de Vicente López. Lo importante es la gran cantidad de armas que hemos secuestrado", precisó el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, en conferencia de prensa.
El funcionario del Ministerio que encabeza Nilda Garré precisó que "más allá de desbaratar esta banda de narcotraficantes" avanzan "en la actividad económica y financiera de estas organizaciones, porque no solamente afectan a los jóvenes que consumen drogas, sino también provocan una serie de actividades ilícitas que tienen que ver con el lavado de dinero, que generan grandes daños al país".
Los investigadores explicaron a NA que hace cuatro meses a la fecha, la división interviniente investigaba a una banda de narcos que comercializaba con distintos estupefacientes en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires.
Las tareas de inteligencia permitieron identificar al financista de la organización, quien, siendo oriundo de Mar del Plata, se hospedaba permanente en un hotel de la Capital Federal.
Este sujeto era el coordinador de las operaciones ilegales de venta de drogas y aportaba dinero para la adquisición de las sustancias ilegales.
Asimismo, señalaron que el hombre en cuestión tenía el comportamiento de un verdadero empresario, ya que vivía en un hotel cuatro estrellas, viajaba en avión permanentemente y frecuentaba la coqueta zona de Puerto Madero.
El resto de los integrantes de la organización se dedicaban a la venta de drogas al menudeo, básicamente cocaína en estado puro, pero también marihuana y éxtasis.
Estas ventas se producían a clientes exclusivos, la mayoría de ellos residentes en la zona norte de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires
