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“CQC” volvió a la pantalla con su habitual acidez y algunos cambios

CQC volvió a la pantalla con su habitual acidez y algunos cambios
De regreso en América TV, y por primera vez con solo dos conductores, "Caiga quien caiga" comenzó anoche una temporada número 16 que contó con algunas novedades y que mantuvo su habitual mirada ácida de la realidad.
"Juan, estoy muy emocionado porque cuando empezaste en 'CQC' en América yo era muy chico y soñaba con estar en este lugar", le dijo López al histórico conductor, el único de los presentadores que sigue en pie desde el debut de la propuesta en 1995.

El papel de los animadores fue, al menos en el debut, más acotado que en anteriores años, con intervenciones más moderadas que sirvieron para presentar las notas y hacer breves comentarios sobre ellas.

Tal vez se debió a que están probando una nueva dinámica, ya que en sus 15 temporadas anteriores el programa siempre tuvo una figura que llevaba la batuta y a otras dos que la secundaban, aunque hubo un buen complemento entre ambos.

En su emisión de anoche, el ciclo de Eyeworks Cuatro Cabezas tuvo dos notas que ocuparon gran cantidad de minutos de sus casi dos horas de duración. La primera fue el "Desafío CQC", un segmento en el que Gonzalo Rodríguez viajó a Oymyakon (Rusia), la ciudad más fría del mundo.

Allí, y con temperaturas de 50 grados bajo cero, cumplió el desafío de bañarse en aguas congeladas, en una sección a medio camino entre los documentales de viajes extremos de las señales de cable y las simpáticas incursiones por el mundo de Marley.

El segundo informe fue una investigación en profundidad sobre la Tragedia de Once, en la que Diego Iglesias entrevistó a especialistas que mostraron el estado deplorable en el que se encuentran los ferrocarriles de las líneas Roca y Sarmiento y realizó una comparación -algo forzada- con los trenes de Austria.

Además, el periodista logró interceptar al ex Secretario de Transportes Ricardo Jaime, a quien inquirió sobre el estado de los trenes en el país, a pesar del malestar del ex funcionario.

Más tarde llegó "Un chino", la competencia en la que López se mide con un famoso en un desafío que consiste en embocar una pelota de tenis en un balde con agua desde un balcón a 32 metros de altura. La primera invitada del año fue Eugenia Tobal, quien perdió contra el animador.

Posteriormente hubo notas de actualidad política con funcionarios kirchneristas y macristas a cargo de Pablo Camaití y Martina Soto Pose, mordaces pero con un humor menos forzado que en anteriores ocasiones. Y regresó el clásico "Top 5", una de las pocas ocasiones en las que los conductores pudieron lucirse.

Las secciones más flojas quedaron para el final y fueron el "Sé que sé", en la que Andrés Kilstein trató de averiguar si las redes sociales sirven ante una emergencia, y el "Manual del periodista básico", en el que el notero "Rulo" inquirió a famosos con preguntas descolgadas que no aportaron demasiado.

Con un punto de partida prometedor, "CQC" podría volver a la gloria de antaño si mantiene el foco en la actualidad del país y en las notas periodísticas de gran producción y consigue dejar un poco de lado a la farándula. Los recursos están ahí, sólo falta que Eyeworks Cuatro Cabezas ajuste un poco las piezas. Y que el público acompañe. (Reporter)

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