Una decena de policías resultaron heridos cuando la situación se desmadró y actuaron una vez que los barras incendiaron el primer patrullero ubicado a las puertas del estadio.
Gómez, quien recibió un piedrazo en el brazo, negó que haya habido barras con credenciales de periodistas dadas por las autoridades del club, ante la prohibición para el ingreso de hinchas de esa entidad.
"Solo había periodistas de páginas del club, jugadores y dirigentes", sostuvo Gómez.
El que peor la llevó entre los dirigentes fue Marcelo Santoro, con un piedrazo en la cabeza. "Lo tuvimos que sacar desde las tribunas y llevarlo 150 metros", contó, al tiempo que mostró sus sospechas porque al término del encuentro "la manga (por donde salen los futbolistas visitantes) se desenganchó" y fueron atacados también.
Por su parte, Chacarita emitió un laxo comunicado de prensa de dos puntos. Señaló en el parte "el más enérgico repudio de nuestra institución ante los hechos de violencia observados que son de dominio público".
Anunció que el club "comunicará oportunamente la evaluación institucional relacionada con la situación referida".
Para Gómez, lo ocurrido en San Martín "fue gravísimo" y que "nunca" vivió algo similar.
El arquero de Atlanta, Fernando Pellegrino, reaccionó con vehemencia a través de su cuenta de Twitter: "Hijos de mil puta, la Policía y la gente de mierda que va a la cancha. No podemos salir del vestuario. Espero que la AFA y el Coprosede actúen".
Serán justamente en los escritorios de la AFA y el COPROSEDE donde la dirigencia de ambos clubes deberán exponer lo ocurrido.
AFA rechaza sanciones de descuentos de puntos, aunque no se descarta que COPROSEDE imponga sanción al estadio de Chacarita o disponga la veda para hinchas de ese club en los próximos partidos.