El cuerpo había sido envuelto en nylon y encintado. Antes, lo habían atado con un mismo hilo sisal que le sujetaba pies y manos, según una fuente del caso.
La investigación quedó a cargo de la Departamental San Fernando y el fiscal Alejandro Muzzo.
Según publicó hoy el diario Clarín, una fuente del caso contó que “Por el tamaño de la bolsa no parecía que adentro hubiera un cuerpo. Lo que pasó es que se enganchó con una rama, el nylon se rasgó y el rostro quedó descubierto. Si no quizás pasaba desapercibida, esa parte del río está siempre llena de bolsas y basura”,
El hallazgo se produjo cuando un hombre que pasaba caminando por la zona avistó el cuerpo y llamó a la Policía. Para entonces, Gilabert llevaba 3 días muerta y al menos un día entero en el agua.
Además, recién varias semanas después se hizo la primera denuncia: fue de un familiar de la mujer , con el que ella tenía un contacto esporádico, que se preocupó porque desde hacía varios días que no le respondía sus llamados.
“Gilabert vivía en una casa de Virreyes con otra mujer, pero ella cuenta que tampoco denunció nada porque unos días antes habían tenido una pelea importante y Gilabert se había ido de la casa”, contó un investigador del caso.
En el trabajo de la mujer también les había extrañado que no fuera a trabajar desde el domingo 4 porque era muy responsable, pero no hicieron nada al respecto.
La autopsia señaló que la mujer había muerto por asfixia mecánica, pero lo más sorprendente era que en su cuerpo había restos de calostro, una sustancia que producen las mujeres mientras están embarazadas o amamantando. “El informe forense señala que tuvo que haber estado embarazada hasta al menos un mes antes de morir y que posiblemente se practicó un aborto, ya que se encontraron lesiones en el cuello del útero”, contó un investigador, que no descartó que ese embarazo tenga alguna relación con el crimen.