El documento recomienda un "abordaje diferencial del consumo" de sustancias psico-activas, porque "la experiencia de las mujeres" en esta materia "es muy distinta a la de los varones".
Al respecto, el informe señaló que las mujeres "poseen una biología que experimenta diferentes capacidades de absorción y procesamiento químico de las sustancias".
Además, "son distintas las motivaciones y disparadores del consumo, la percepción de riesgo de cada sustancia y el estado de vulnerabilidad frente a ellas". El trabajo titulado "El ocultamiento de las mujeres en el consumo de sustancias psico-activas" consideró que lo más grave es que "la tendencia general de mortalidad devenida por el consumo de drogas coloca a las mujeres por sobre los hombres, incluso siendo proporcionalmente menores en número en el fenómeno de consumo".
La USPPA aseveró que las diferencias de género no son tenidas en cuenta ni por las políticas públicas relacionadas al consumo de sustancias psico-activas ni por el sistema de salud. En la Argentina, los centros de tratamiento exclusivos para mujeres con problemas de consumo de sustancias psico-activas "no superan el 5 por ciento de todos los servicios disponibles en el país", lo que representa "el menor porcentaje de todos los tipos de centros especializados".
"No sólo no hay políticas que contemplen las diferencias existentes, sino que no hay suficientes relevamientos estadísticos para conocer el estado y el alcance concreto de la situación actual", agregó el documento.
Al respecto, el trabajo destacó que las organizaciones mundiales de salud y de monitoreo de las adicciones "instan desde hace años a los gobiernos para que adopten criterios que permitan reparar este error y adoptar el camino correcto". Sin embargo, "la necesidad de nuevas inversiones, de un cambio de criterios por parte de funcionarios y profesionales de la salud, sumados al generalizado desconocimiento de la población respecto a este problema y a los fuertes prejuicios basados en antiguos estereotipos, entorpecen la realización de las acciones necesarias", añadió el texto.
Según el informe, desde finales de la década del 90 las estadísticas mundiales demostraron un progresivo aumento del consumo de drogas por parte de las mujeres. Pese a este fenómeno, no hubo todavía "una respuesta sanitaria adaptativa a este crecimiento".
"Salvo pocas excepciones, se utilizan los mismos medios y tratamientos acostumbrados, sesgados de referencias y metodologías para una población adicta casi exclusivamente masculina", observó el trabajo. De esta situación ha resultado "un brusco aumento de la mortalidad por causas directas o indirectas debidas al consumo de sustancias psico-activas en la población femenina", que "obedece, en gran parte, a la falta de implementación de políticas públicas con orientación de género".
