La presidenta criticó la tendinitis de trabajadores del subte y le pegó duro coscorrón al secretario Parrilli

En su discurso de hoy por cadena nacional, la presidenta de la Nación aludió a varios funcionarios, a tono con la informalidad que transmite en sus anuncios, y le disparó con munición gruesa al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Primero, preguntó por Carlos Tomada cuando criticó la tendinitis de los metrodelegados reconocidos por el ministerio de Trabajo y recordó a su padre colectivero, quien "tenía que sacar boleto por boleto y no tenía tendinitis".

También lo buscó con la vista al titular de la ANSeS, Diego Bossio cuando recordó que hay gente que cobra sus subsidios y jubilaciones bajando de la montaña una vez por mes y, agradecida, miró para el lado de Aníbal Fernández, quien oportunamente le sopló un porcentaje.

Pero después de haberse dado vuelta para buscar la maqueta de un edificio que no estaba ubicada en el Salón de las Mujeres Argentinas de Casa de Gobierno, el dardo más venenoso lo recibió Parrilli, sentado en primera fila. "¿Dónde pusiste el edificio de la 9 de Julio? (el del ex ministerio de Obras Públicas) No, no, el que tenía... no te hagas el vivo, que de tonto estabas bien... Bueno, dale...", lo fulminó la Presidenta, mientras el funcionario sólo atinó a intercambiar nerviosas sonrisas con Alicia Kirchner.