“Una mañana me llama Silvina Luna llorando, diciéndome que la habían sorprendido en una situación complicada. Ella había reaccionado mal y rompió una cámara y faroles de un auto. Me dijo que los fotógrafos eran míos", contó el director de la Revista Paparazzi.
El "Intruso" continuó su relato diciendo que llamó a los fotógrafos "pero ninguno tenía las imágenes de Silvina, aunque me dieron la pauta de que podían ser dos free lancers, que no pertenecían a la empresa pero que nos venden algunos fotos que consiguen de vez en cuando. Ellos tenían las fotos, me dijeron que las tenían colocadas y me dieron una cifra para comprarlas, que era el doble de lo que usualmente me piden. Yo negocié y volví a llamar a Silvina para decirle: 'Hay que poner tanto dinero y yo te aseguro que esas fotos no salen en ningún lado'", reveló Ventura blanqueando una negociación que parece ser práctica habitual en ese ámbito.
Continuando con la historia oculta, Ventura contó que citó a los fotógrafos en un bar de Avenida del Libertador, pero antes le dijo a Silvina que le alcanzara el dinero. Sin embargo, "cuando estaba por salir para el bar me llama un empresario, de mucho poder y con el que nunca había hablado, diciéndome que él se iba a hacer cargo de las fotos, que le dijera la cifra. Él no es quien aparecía en las imágenes, pero para mí el figuró para que no se pueda establecer la relación con el otro protagonista, aunque pertenecía al mismo grupo inversor", detalló el periodista, volviendo a aclarar que "Silvina Luna le debe mucho a Ventura".
Para finalizar con el relato, Luis recordó que "el empresario me da la guita, voy corriendo a pagarle a los fotógrafos. Los chicos me muestran las imágenes y les digo que las borren, lo que no quiere decir que ellos tengan copias. Entonces les advierto que estoy pagando exclusividad y que no quiero ver estas fotos en ningún otro lado. Me dan el chip de las cámaras y voy a darselo a Silvina, ella sacaba el dinero para pagarme, y yo lo podría haber agarrado por mi trabajo de gestión... Pero se lo devolví. El empresario pagó, Silvina se quedó con la guita y con las fotos y esta historia nunca trascendió. Y te digo que era una cifra de 5 dígitos de la que estamos hablando", concluyó Ventura.
