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Con un tono mesurado, afable y tolerante, el kirchnerismo asumió la derrota en Capital

El kirchnerismo se mostró esta noche con un estilo mesurado, afable y tolerante frente al esperado revés electoral en la Capital, y sus candidatos porteños, Daniel Filmus y Carlos Tomada, reconocieron la derrota acompañados por funcionarios nacionales, entre ellos varios ministros, así como dirigentes propios y aliados, y con una militancia juvenil que se congregó ante la sede del SUTERH.
A dos horas del cerrado el comicio, se cortó la música festiva de Los Auténticos Decadentes que sonaba en el búnker de la calle Venezuela al 300, para que Filmus (vestido con camisa a cuadros en tono azul, saco con cierre en juego y jeans) y Tomada (de caso azul, camisa clara y jeans) aparecieran ante el periodismo y reconocieran la derrota.

Filmus, el único que habló, felicitó a "todos los porteños", incluso a quienes no lo votaron, hizo una especie de autocrítica al indicar que se debe analizar las causas de no haber logrado más votos, defendió el segundo lugar obtenido por el Frente Para la Victoria y dijo que se sintió "acompañado por todos los presentes y por la presidenta", aunque también admitió sentir "dolor" por no haber ganado.

Se mostró sereno y recibió un abrazo efusivo de Tomada, quien le decía "muy bien" en reconocimiento a su discurso, para luego retirarse junto a los funcionarios y la mayoría de los dirigentes.

En ese momento, estaban los ministros Alberto Sileoni (Educación), Lino Barañao (Ciencia y Técnica); el viceministro de Economía, Roberto Feletti; la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont; y el secretario de Relaciones Parlamentarias del gobierno, el socialista K Oscar González; así como el ex canciller Jorge Taiana, y el ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra.

La sorpresa fue cuando Filmus, en su discurso, reconoció el acompañamiento del gobierno y nombró al ministro de Economía y candidato a vicepresidente, Amado Boudou, lo buscó pero no lo encontró entre los presentes.

Otros funcionarios del gobierno que habían estado antes en el búnker fueron el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el secretario de Comunicación Pública de la Nación, Juan Manuel Abal Medina; y el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi; aunque no se los vio cuando los candidatos aparecieron ante la prensa.

Filmus había arribado solo al búnker cinco minutos antes de las 18, en un Chevrolet Corsa gris oscuro conducido por otra persona, que estacionó casi en la puerta de la sede sindical, sin hacer declaraciones a la prensa.

A esa hora el frío ambiente se emparentaba con el clima del comando y sus adyacencias, pero con el correr de las horas se animó bastante con la llegada de algunas agrupaciones juveniles K, como la JP Descamisados, el MUNAP y del Peronismo Militante.

Unos minutos después, y por el sector destinado a los periodistas, entró el ministro Randazzo, quien eligió la prudencia, evitó hacer consideraciones anticipadas sobre el resultado y, en línea con el discurso adoptado por el oficialismo y con vistas a las primarias del 14 de agosto, felicitó "a todos los porteños, los que nos acompañaron como aquellos que no" por la participación cívica.

El dueño de casa, Víctor Santa María, fue el primero de los kirchneristas en admitir de manera elíptica la derrota, cuando al cierre del comicio, en diálogo con DyN, indicó que para los K "el 37 ó el 38 por ciento es una buena elección". Finalmente arañaron el 36.

Poco después de las 19 y de que el jefe de campaña, Luis Quevedo, hablara con el periodismo y anticipara que esperarían los resultados oficiales, Filmus y Tomada hicieron su primera aparición post elecciones y desde un balcón a saludaron a la militancia.

El senador y ex ministro de Educación saludó a la concurrencia, mientras su compañero de fórmula cantaba junto con los jóvenes quienes a lo largo de la tarde pasaron por distintas consignas: Desde el "Olé, Olé. Olé, Olá, con militancia y carnaval, vamos con Filmus a ganar en la ciudad", pasando por "No soy gorila, ni quiero ser, vamos con Néstor, con Cristina y con Daniel", hasta el ya más belicoso "Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar". La principal razón del cambio de tono en el oficialismo nacional lo explicó, tal vez, el mismo Filmus cuando convocó que "mañana todos estemos trabajando para el 14 de agosto".

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