Y, en esa dirección, sostuvo Macri que el PRO, partido que preside en la provincia de Buenos Aires, "expresa una parte importante del electorado y es necesario que nosotros estemos representándolo”.
“Desgraciadamente Unión-PRO no se pudo sostener y el acuerdo de Francisco con el radicalismo es una alternativa que está planteada en la provincia, nosotros intentamos mantener la posibilidad de un acuerdo pero no hubo chance”, insistió.
En ese sentido, apuntó que “la ley nueva electoral es bastante atractiva, el 14 agosto habrá una primera vuelta y nosotros vamos a ir con loa posibilidad de adherir a varios candidatos a presidente y tal vez de ahí hasta octubre nos decidamos por alguno".
Adelantó que eso puede ocurrir “en función de las conversaciones que ocurran y así podamos ir a la elección nacional apoyando a alguno de los candidatos a presidente de la oposición”.
“Nosotros –expresó- tenemos un armado y candidaturas que no sólo tiene que ver con mi candidatura a gobernador, sino con muchísimos candidatos a intendentes, algunos de los cuales tienen como oficialismo en su ciudad a intendentes radicales”.
Amplió: “Y es muy difícil plantearles a ellos que desaparezcan en el aire y dejen de hacer política en sus pueblos, porque así como para nosotros, para Francisco, el oficialismo es el kirchnerismo, para ellos el oficialismo es un intendente radical que ellos se plantean renovar”.
Macri concluyó que “entonces este acuerdo con el radicalismo se hacía complejo desde el punto de vista práctico también”.
