La discusión, agregó el gremialista, se destrabó cuando representantes de la Secretaría de Transporte advirtieron a los propietarios de la compañía que retirarían el subsidio estatal que recibe la línea sino normalizaban el pago de haberes.
Durante la jornada, los trabajadores realizaron en dos oportunidades bloqueos sorpresivos en el tránsito de la autopista Panamericana, mientras los representantes sindicales mantuvieron reuniones con funcionarios de la cartera laboral.
"Decidimos levantar la medida de fuerza porque la empresa se comprometió a pagar, en 24 horas, el pago del aumento salarial", explicó Simonetta.
El delegado comentó que los propietarios de MONSA, sin embargo, se negaron a reconocer en el acta de acuerdo las "prácticas antisindicales" denunciadas por los trabajadores, entre ellas intimidaciones y amenazas recibidas en el último tiempo.
Estas situaciones serán debatidas en un próximo encuentro previsto para el martes próximo en el Ministerio de Trabajo, agregó Simonetta.
El paro había comenzado ayer a las 16 y afectó, desde ese momento, a los 17 ramales que opera la empresa concesionaria del servicio, que es utilizado por unas 250 mil personas en forma diaria.
Con motivo de la medida de fuerza, los conductores, mecánicos y empleados administrativos realizaron dos bloqueos sorpresivos en el kilómetro 42 de la autopista Panamericana, a la altura de la localidad bonarense de Ingeniero Maschwitz, uno a las 7.15, durante dos horas, y el otro a la 18.20, en horario pico de circulación vehicular.
El presidente de MONSA, Marcelo Pasciuto, negó en declaraciones a DyN que la cartera laboral haya ordenado el pago de la diferencia exigida por los delegados y dijo que el ministerio "comunicó que no encontró un patrón de pago como el reclamo".
Pasciuto sostuvo, sin embargo, que el ministerio de Trabajo "sugirió abonar lo pedido para superar el conflicto".
El delegado Néstor Marcolín, en tanto, manifestó a DyN que la empresa empleó a unos 100 choferes para "conformar una fuerza de choque" contra los trabajadores en conflicto.
El presidente de MONSA aclaró, en ese sentido, que la incorporación del personal fue para conducir "los 60 colectivos que estaban parados producto de la escalada de la inasistencia" de los trabajadores, registrada desde el comienzo del conflicto en enero.
El directorio de la empresa, en tanto, sostuvo en un comunicado que se trata de "un conflicto armado por motivos políticos, con 250 mil pasajeros como rehenes".
El 20 de abril, luego de tres días de paro, MONSA firmó un acta oficial en la que se comprometió a pagar a los trabajadores los haberes adeudados tras una mala liquidación.
La empresa de transporte fue adquirida, en julio de 2010, por los grupos Dota S.A., Rosario Bus, Nuevos Rumbos y Línea 720 S.A.
