"Las primeras pruebas no demuestran que la bacteria esté allí", reconoció la ministra de Agricultura, Ilse Aigner, en una rueda de prensa para aclarar la situación de la epidemia que ya dejó 22 muertos.
De todos modos, recomendó "renunciar al consumo de brotes hasta que no se terminen las pruebas y se descarten las sospechas".
La empresa abastecía a través de intermediarios a restaurantes, hoteles y comedores públicos donde decenas de personas en Lübeck y Lüneburg, en el norte, y en Darmstadt y Fráncfort, en el oeste, fueron infectadas, varias de las cuales aseguran haber consumido ensalada con brotes vegetales.
A la par, se mantiene la advertencia de no consumir lechugas, pepinos ni tomates sin cocinar y se recomienda ser cuidadoso a la hora de comer vegetales crudos.
La ministra garantizó que la lucha contra la bacteria tiene "máxima prioridad para el gobierno" y anunció que mañana debatirá con sus pares de la Unión Europea (UE) sobre ayudas a los productores afectados por la crisis.
"Necesitamos una solución europea porque tenemos un problema europeo", dijo la ministra, citada por la agencia alemana DPA.
Mientras, Gert Hahne, vocero del Ministerio de Consumo de Baja Sajonia, que ayer advirtió sobre los brotes germinados, dijo que su sospecha "es seria y posible", pero las investigaciones son extremadamente difíciles.
"Mañana podemos hacer bingo, pero también puede ser que tengamos que esperar tres semanas más", reconoció y aclaró: "Esto no es como con la gripe, donde el bacilo se pega a todas partes".
La hipótesis de las semillas germinadas era la más firme sobre el origen de la epidemia desde que la semana pasada se descartara que fue provocada por pepinos importados del sur de España.
Tanto la demora en situar el origen de la epidemia como la política informativa descentralizada del gobierno encendieron las críticas a la gestión de la crisis, pero Aigner las desestimó al calificarlas de "acusaciones baratas de la oposición".
Respecto de la reunión de mañana de los ministros de Agricultura del bloque en Luxemburgo, el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, adelantó que "puede que no haya una propuesta legislativa sobre la mesa, pero seguro discutiremos medidas concretas".
No obstante, las ayudas económicas a los productores afectados no se pondrán en marcha rápidamente, ya que primero es necesario que la Comisión Europea elabore una propuesta, que podría durar algunas semanas.
España es el país de la UE que más sufrió el impacto económico de la "crisis del pepino" como fue bautizada hace diez días. Las pérdidas del sector hortofrutícola español ascienden a 200 millones de euros semanales, mientras que en Alemania son de 20 millones y en Holanda, 10 millones.
La ministra española Leire Pajín manifestó "su profundo malestar" por la gestión de la crisis y adelantó que "naturalmente" se pedirán compensaciones para los productores del país, especialmente perjudicados por la temprana y errada acusación contra el pepino, una de las hortalizas más exportadas por España.
Según informaron medios españoles, en 2010 el país exportó 449.600 toneladas de pepinos y pepinillos y Alemania es el primer destino con un total de 854.753 toneladas, equivalentes a 870 millones de euros.
El instituto Robert Koch (RKI) informó que además de las 22 víctimas mortales, hay 1.526 pacientes con "E. coli enterohemorrágica" (EHEC) y 627 con el peligroso síndrome urémico hemolítico. (Télam)
