"Todo esto es un complot para que yo no llegue a ser dirigente de River", dijo Schlenker, según contó a Télam una fuente judicial que presenció la indagatoria.
Si bien al ser detenido el miércoles pasado sus abogados dijeron que el ex líder de la barra brava de River estaba en Estados Unidos cuando ocurrió el crimen que le imputan, Schlenker, frente al fiscal, admitió que estaba en el país al momento de los hechos.
También reconoció que su hermano William fue baleado en la villa Borges de Munro en mayo de 2001 en el marco de un asalto.
Los voceros indicaron que a lo largo de su exposición, Schlenker luego se limitó a criticar una por una las pruebas que el fiscal Ferrari presentó en su contra y que derivaron en su detención por el homicidio que se le imputa y del que fue víctima un joven de 20 años llamado Mario "Popo" Sanzi.
En ese sentido, Schlenker dijo que el padre de Gonzalo Acro, el hincha de River asesinado, declaró en su contra porque tiene intereses personales en la causa en la que se lo está juzgando a él como autor intelectual del crimen.
También cuestionó la declaración que brindó en esta causa de la Justicia de San Isidro de Adrián Rosseau, ex líder de la otra facción de "Los Borrachos del Tablón", al asegurar que es su "enemigo".
Por último, criticó la declaración del testigo de identidad reservada que lo identificó a él como el autor material del crimen de Sanzi al afirmar que no es creíble "porque apareció 10 años después".
Schlenker pasará esta noche alojado en su nuevo lugar de detención, la DDI de San Isidro, y el fiscal Ferrari ahora tiene 15 días prorrogables para definir si le solicita al juez de Garantías de la causa, Ricardo Costa, la prisión preventiva por el hecho.
La carátula por la que está preso es "homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego", delito que prevé de 10 a 25 años de prisión.
