Antes, el fiscal de Pilar Leonardo Loiterstein -quien con su colega Daniel Márquez pidió la detención de Hurtig- admitió que "no tenemos prueba nueva" para fundamentar la acusación y reconoció que sólo surge de "una larga lectura del expediente".
"Hubo varios meses (de pasar) leyendo el expediente y preparando el juicio oral que empieza el miércoles y recién ahí, después de varios meses, nos convencimos de que había que pedir la detención a Irene Hurtig", confió el fiscal a C5N.
En su réplica, la mujer dijo que la acusación en su contra pidiendo la detención fue una maniobra fiscal para cubrir errores de la causa y evitar que declarara como testigo en el juicio por encubrimiento, que debe comenzar el miércoles próximo y donde está acusado su marido, Guillermo Bártoli.
"¿Qué razón había para hacer esto si hace cuatro años que están con lo mismo? Yo iba a declarar lo mismo que declaré siempre. Pero esto fue una jugada tremenda, casi fascista. No hay pruebas. Las pruebas de ADN de los dos masculinos y el femenino no están y nos agarramos de una conversación en donde Carrascosa está llamando a la ambulancia", se quejó.
Consultada sobre qué pasará si el juez de Garantías de San Isidro Ricardo Costa ordena su detención, Irene Hurtig contestó: "No hay ningún motivo, pero bueno, si dispone mi detención, pobres mis hijos, mi marido, mis padres...pobrecitos".
"Cada día nos alejamos más de la verdad y responsabilizo por esto al fiscal Diego Molina Pico: su ensañamiento con nosotros hizo que no investigara ninguna otra línea", añadió.
Hurtig sostuvo por Radio 10 que los nuevos fiscales, que pidieron su detención y siguen los pasos de Molina Pico, "no son serios", y confió en que "en algún momento se va a aclarar".
"Estamos viviendo una tragedia tremenda, pero no somos los únicos. Hay mucha gente acusada injustamente. Pero cuando esto se transforma en un juicio mediático las cosas se comienzan a confundir", afirmó.
Asimismo, aseveró que el Tribunal de Casación bonaerense "en ningún momento dijo que mi cuñado (Carlos Carrascosa) disparó" contra María Marta.
"Esto es lo ridículo y mafioso de la cuestión. No se identifica cómo fue eso. Porque yo en medio de todo este despelote (el caso) estudié Derecho", afirmó. Y se quejó de que la Fiscalía no incluyera entre las pruebas los resultados de los ADN, que se creía clave y que establecen que a ella no pertenecía la sangre encontrada en la escena del crimen.
"Cuando uno es fiscal tiene que tomar la denuncia y hacer la denuncia en pruebas concretas. Acá solo hay indicios. Esta gente acusa por intuición. Por algo, en el juicio oral, el tribunal terminó absolviendo a Carlos por el homicidio. Pero después el relato de Diego Molina Pico fue avalado por Casación y ahora lo reflotan", aseveró Irene Hurtig.
También sostuvo que "al haberme imputado, quedo invalidada como testigo, cuando era clave" su declaración.
"Se dan cuenta la jugada cuál es? Me parece todo de una maldad. Para esto tiremos por la borda los juicios orales y vayamos a Plaza de Mayo" para que la gente decida qué hacer con los acusados, afirmó.
Según dijo, "al quedar afuera, no voy a poder declarar nada de esto. Estos señores no sé como hacen para dormir a la noche".
Ayer los fiscales Loiterstein y Márquez sorprendieron al pedir la detención e indagatoria de Hurtig, que hasta ahora había sido testigo, por lo que el abogado de la familia, Juan Pablo Vigliero, los criticó por "cambiar la dirección de la causa sin fundamentos".
"Es verdad que no tenemos prueba nueva", admitió Loiterstein por C5N y comentó que la nueva conclusión de la fiscalía "viene del Tribunal de Casación cuando en su fallo da a entender que la tercera persona (del crimen) puede ser Irene Hurtig".
"Es lo que interpretamos nosotros, por lo tanto no hay nada nuevo para la familia, en fin, para los involucrados", añadió.
Bártoli encabeza la lista de los acusados para enfrentar ese juicio junto al hermano de María Marta, Horacio García Belsunce (h); el medio hermano John Hurtig y el padre de éste, Constantino, quien no estaba bien de salud.
La lista se completa con la masajista Beatriz Michelini, el médico Juan Gauvry Gordon y Sergio Binello, un vecino del country donde ocurrió el homicidio.
En su momento Bártoli había aceptado la culpa del encubrimiento para evitar el juicio oral y había solicitado la "probation", para realizar tareas comunitarias como castigo.
Pero la Fiscalía se opuso, al igual que con los planteos que formularon en el mismo sentido la masajista y el médico.
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