La ceremonia se llevo a cabo cerca de las 11 ante la presencia de sus padres, hermanos y amigos, además de socios del Club San Miguel, del que era hincha Ramírez.
Por su parte, la madre, de nombre Liliana, realizó un llamado público para que "se terminen las muertes" y dijo que se sentía "solidaria con las madres de Cromañón", en referencia a la tragedia ocurrida en un boliche del barrio de Once y que le costara la vida a 194 jóvenes.
La mujer se mostró partidaria de legislar la venta de bengalas "para prohibirlas o por lo menos saber a quienes se las vende".