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Un Bombardeo de la OTAN mata a un hijo y tres nietos de Kaddafi

Bombardeos de la OTAN en Trípoli acabaron hoy con la vida de un hijo y tres nietos del líder libio Muammar Kaddafi y encendieron la furia popular en esta capital, donde fueron atacadas embajadas y oficinas de Naciones Unidas, que anunció que abandona el país norafricano.
El bombardeo contra en el barrio de Bab al Aziziyah, lanzado esta mañana, "con precisión y persiguiendo un objetivo muy claro" -según informó el vocero del gobierno libio, Musa Ibrahim, a la televisión estatal, terminó con la vida del sexto de los ocho hijos de Kaddafi, Saif al Arab Gadafi, de 29 años, además de tres de sus nietos.

Kaddafi y su esposa se encontraban en el lugar en el momento del bombardeo, pero resultaron ilesos, según Ibrahim, quien denunció que el ataque "viola el derecho internacional", según informó la agencia de noticias Europa Press.

"Lo que tenemos ahora es la ley de la jungla", señaló el vocero, en una rueda de prensa realizada en Trípoli. "Creemos que está claro para todos que lo que está pasando en Libia no tiene nada que ver con la protección de la población civil", apuntó.

El canal de televisión estatal mostró cuatro cadáveres con los rostros tapados, pertenecientes a dos adultos y dos niños, mientras el vicario apostólico de Trípoli, el obispo Giovanni Innocenzo Martinellia, quien apareció en las imágenes rezando junto a otros religiosos, confirmó la muerte del joven.

Desde que el gobierno dio a conocer la noticia, la tensión en las calles de Trípoli escaló altísimos niveles, lo que derivó en ataques, por parte de grupos pro-Kaddafi a varias embajadas, entre ellas las de Reino Unido o Italia, además de oficinas de Naciones Unidas, organismo que anunció la retirada de su personal internacional.

"Naciones Unidas se prepara para abandonar Trípoli", anunció Stephanie Bunker, vocero de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCAHNU), quien precisó que la decisión no afecta al personal local de la organización.

Tampoco escaparon a la furia popular, algunas embajadas, por lo que el responsable británico de Exteriores, William Hague, hizo público un comunicado en el que reclama que la Convención de Viena "exige a Kaddafi proteger las misiones diplomáticas en Trípoli. Al no hacerlo, el régimen incumple de nuevo con sus responsabilidades y obligaciones internacionales".

Reino Unido, que retiró a su embajador de Trípoli pero mantuvo a un pequeño número de empleados, dió 24 horas al embajador libio para abandonar su territorio británico.

La OTAN, que se demoró varias horas en reaccionar, emitió finalmente un comunicado en el que anuncia que la Alianza "continuó anoche con sus ataques de precisión contra instalaciones militares del régimen en Trípoli, incluyendo edificio de mando en el barrio de Bab al Aziziyah".

El comunicado no detalla, sin embargo, si el edificio podía ser la residencia del hijo menor del coronel libio.

La catarata de reacciones internacionales no se hizo esperar. El gobierno ruso calificó como "una gran interferencia de la OTAN" el bombardeo.

El ministro del Exterior en Moscú; Serguei Lavrov, señaló que duda de la declaración de la OTAN de que atacar a Kaddafi no es parte de su misión, y consideró que la misión "supone una clara contradicción a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que permitía solamente los ataques con el objetivo de proteger a los civiles".

En la misma línea, el presidente venezolano, Hugo Chávez, calificó la muerte del hijo y los nietos de Kaddafi como "una locura estimulada por Estados Unidos" y cuestionó hoy el apoyo de gobiernos europeos a las acciones militares contra Libia, afirmando que se dejan arrastrar por la "locura de los yanquis", informó Europa Press.

También el mandatario nicaraguense, Daniel Ortega, condenó los ataques de la aviación de la OTAN en en el que los calificó como "una cobarde acción criminal, que convirtó la ilegalidad en instrumento oficial de las políticas imperiales de apropiación de los sagrados recursos naturales patrimoniales de los pueblos".

El primer ministro británico, David Cameron, eludió formular declaraciones específicas sobre el ataque perpetrado esta madrugada por fuerzas de la OTAN, pero selañó sin embargo que las operaciones militares de la OTAN en Libia están "en línea" con la resolución 1973 de Naciones Unidas.

Al Arab era un civil y estudiante en Alemania de 29 años de edad y uno de los hijos menos prominentes en la estructura de poder del país africano.

A principios de esta semana, el embajador de Estados Unidos para Libia, Gene Cretz, reconoció que las leyes estadounidenses sancionarían cualquier intento de atacar a Kaddafi, por lo tanto la muerte de Saif el Arab puede traer consecuencias legales.

"Nuestro trabajo y nuestra meta son encontrar una solución política utilizando los medios que nos permiten nuestras leyes". declró Cretz, en respuesta al clamor de varios dirigentes estadounidenses que viene pidiendo que se acabara con la vida de coronel, a pesar de que la resolución de Naciones Unidas no autoriza a ello.

No es la primera vez que Kaddafi sufre un ataque aéreo. En 1986 el ex presidente estadounidense, Ronald Reagan, ordenó el bombardeo de su complejo palaciego de Bab el Azizia, donde los organismo de inteligencia suponían que se encontraba. (Télam).

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