Sin embargo, la Policía Científica le dio al fiscal Ferrari dos nuevos elementos de cargo que comprometen a Correa.
Por un lado, en la autopsia de Miño se extrajo un proyectil del mismo calibre 38 Special que el revólver Smith & Wesson secuestrado en la casa del imputado.
Ahora se espera que los técnicos en balística hagan el cotejo de estrías para confirmar si el proyectil de autopsia salió del cañón de ese mismo revólver.
El otro nuevo elemento que para el fiscal compromete a Correa es la cáscara de papa encontrada en la bolsa donde los investigadores secuestraron una camisa blanca y un pantalón negro semicalcinados idénticos a los que lucía en los videos de las cámaras de San Isidro el asesino de Miño.
Al allanar el martes por la noche su domicilio, el fiscal y los detectives de la DDI de San Isidro encontraron un chapón con ahumamiento y claros signos de que sobre él se había quemado algo en una fogata.
Los investigadores entonces recorrieron las inmediaciones de la vivenda a unos 200 metros de las casa de Correa encontraron en un volquete una bolsa de basura con las mencionadas prendas quemadas.
Ahora, los peritos que están analizando esa bolsa para ver si la ropa está manchada con sangre de la víctima -como se sospecha-, encontraron gran cantidad de cáscara de papa.
El fiscal tiene la certeza de que esa bolsa de basura salió de la casa de Correa porque al frente de la vivienda hay un cartel que anuncia la venta de "conos de papas fritas", según contó a Télam uno de los investigadores.
El remisero Miño (57), que manejaba su Renault 19, fue asesinado de un balazo en el pecho pasadas las 20 del lunes en la esquina de Ada Elflein y Clemente Onelli, cerca a uno de los accesos a la villa La Cava de Beccar, partido de San Isidro.
La policía y el fiscal Ferrari creen que Miño terminó baleado dentro de su auto porque se resistió a ser asaltado por el pasajero que minutos antes había recogido en el Hospital de Boulogne.
Las cámaras del Municipio de San Isidro captaron el momento en el que un hombre alto, flaco, vestido con camisa blanca, pantalón oscuro y con un abrigo en la mano, abordó el Renault 19 de Miño en el hospital y, más tarde, grabaron el momento en el que el asesino, después de balear a Miño, huía corriendo del lugar.
Al ver las imágenes, los policías reconocieron a Correa como sospechoso y en menos de 24 horas terminó detenido acusado de ser el autor del crimen.
