A tres días del hecho, la fiscal de Vicente López a cargo de la causa, Verónica Di Tommaso, ya indagó al acusado -se negó a declarar-, y dejó detenido a Viegas por los delitos de doble homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma.
Es que pese a tener varias armas y haber sido instructor de tiro, la fiscal descubrió que Viegas "estaba flojo de papeles con sus armas y no tenía en regla ninguna de sus credenciales", dijo un vocero judicial.
A partir del relato de testigos directos del hecho, Di Tommaso también comprobó que el motivo de la discusión que derivó en el doble asesinato no fue un viejo litigio judicial que había entre el imputado y las víctimas, tal como afirmaron algunos vecinos a la prensa.
"No existe en el sistema de nuestra base de datos de causas penales una denuncia en la que estén involucrados los protagonistas. Es decir, ni Viegas denunció a los Lebrero, ni los Lebrero denunciaron a Viegas en una causa penal", dijo a Télam una fuente judicial.
El mismo informante agregó que "si bien queda claro, a partir de testimonios, que Viegas se llevaba mal con varios vecinos y muchas veces los amenazaba o exhibía sus armas, lo cocreto es que en el sistema no se encontró ninguna denuncia en su contra en ninguna de las tres UFI de Vicente López Este", con jurisdicción en la cuadra de Roseti al 600 de Florida, donde ocurrió el hecho.
A partir del relato de los testigos, la fiscal pudo reconstruir que todo comenzó cuando Viegas salió de su casa con una cámara de fotos para documentar que el auto de un tercer vecino estaba mal estacionado.
"Los testigos declararon que Viegas hacía muchas denuncias contra los vecinos que estacionaban mal o si se colgaban de la luz o si hacían ruidos molestos por la noche", explicó uno de los investigadores.
Mientras tomaba las fotografías, Viegas se encontró con su vecino Lebrero a quien increpó y le dijo: "Vos me vas a salir de testigo en la denuncia".
Siempre según la investigación judicial, Lebrero comenzó a discutir y, al comenzar los gritos, su mujer, Iacovone, se sumó a la pelea verbal.
En una reacción que fuentes de la causa calificaron como "un acto de barbarie", Viegas extrajo una pistola calibre 9 milímetros y, en primer lugar, atacó a la mujer y le efectuó dos tiros en el pecho sobre la vereda.
Lebrero comenzó a correr e intentó refugiarse en su propia casa, pero Viegas lo persiguió, entró a lo de su vecino y allí le pegó un primer tiro en el brazo y luego lo remató de un disparo en la cabeza.
"Disparó cuatro veces y las cuatro dio en el blanco", sostuvo la fuente judicial para graficar la puntería que tuvo el ex instructor de tiro para cometer los asesinatos.
La fiscal Di Tommaso incluso secuestró la cámara fotográfica de Viegas y la mandó a peritar para obtener las fotografías que probarían el supuesto móvil del crimen.
La casa de Viegas se encuentra vigilada ante el temor de represalias de los vecinos que ayer ya realizaron un escrache al verse provocados por la esposa del imputado, quien desde una ventana les gritó: "De la cárcel se sale, pero del cementerio, no", según cometaron fuentes policiales.
Viegas permanece detenido en una comisaría de la zona a la espera de ser trasladado a alguna unidad del Servicio penitenciario Bonaerense (SPB).
