Esta es la segunda condena a prisión perpetua que recibe Videla (quien irá a cárcel común), ya que la primera se la aplicaron en el histórico juicio a las juntas militares, hace 25 años, por los crímenes ocurridos en la dictadura.
El ex presidente Carlos Menem lo indultó en 1989, pero la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y la inconstitucionalidad de aquel perdón revalidaron aquella sentencia.
Menéndez, en tanto, recibió hoy su quinta condena a perpetua, pero a diferencia de Videla no será enviado a una cárcel común de inmediato. Según dispuso el TOF 1, Menéndez continuará bajo arresto domiciliario hasta que una junta médica se expida sobre su estado de salud y determine si está en condiciones de volver al penal de Bouwer.
Durante la mañana Menéndez se había dirigido al tribunal cuando ejerció su derecho a decir sus últimas palabras: afirmó que "nunca" se persiguió "a nadie por sus ideas políticas" y señaló que "no hay lesa humanidad cuando se combate al combatiente armado".
Así, Menéndez siguió la línea de Videla, que ayer justificó la represión ilegal acusando a la sociedad civil de haber sido "cómplice" del golpe, insistió en que fue "una guerra justa" y afirmó que "los enemigos de ayer hoy gobiernan el país".
Al escuchar el fallo del TOF 1 de Córdoba, sobrevivientes, familiares de victimas y representantes de organismos de derechos humanos estallaron en aplausos por las perpetuas impartidas pero se quejaron de las absoluciones.
"Para esos hay una cárcel de la que no van a poder escapar nunca: la de su conciencia", dijo una mujer afuera del tribunal.
Desde fines de julio, el TOF 1 ventiló los crímenes de 31 presos políticos detenidos en la Unidad Penitenciaria 1 (UP1) a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, entre abril y octubre de 1976, y que fueron secuestrados, torturados y fusilados, la mayoría de ellos en simulacros de fuga.
Otros tres presos fueron ultimados en el Departamento de Informaciones (D2) de la Policía, mientras que también se analizó la llamada causa "Gontero", por el apellido de uno de los imputados en el caso de los secuestros y torturas que sufrieron cinco policías y el hermano de uno de ellos a manos de otros miembros de la fuerza en esa dependencia.
Los jueces Jaime Díaz Gavier, Carlos Lascano y José Pérez Villalobos no dieron a conocer los fundamentos de la sentencia, pero tras rechazar una serie de nulidades para dictar la prescripción, la cosa juzgada y hasta la invalidez de la cárcel perpetua, dieron a conocer el veredicto.
Además de Videla y Menéndez, las perpetuas alcanzaron a Carlos Yanicelli, ex integrante de la llamada "patota" del D2 de la Policía cordobesa y los ex militares Vicente Meli, Carlos Poncet, Raúl Fierro, Jorge González Navarro, Gustavo Adolfo Alsina, Enrique Pedro Mones Ruiz (quien fue "carapintada") y Miguel Angel Pérez.
Entre los policías recibieron perpetua Luis Alberto Lucero (D2), Calixto Luis Flores (un agente de la D2 que el año pasado había sido absuelto en la causa Albareda), Yamil Jabour, Marcelo Luna, Juan Eduardo Molina y Miguel Angel Gómez.
El tribunal, en tanto, dictó siete absoluciones: para Osvaldo Quiroga, Pablo D'Aloia, Ricardo Cayetano Rocha, Luis Alberto Rodríguez, José Antonio Paredes, Luis David Merlo y Gustavo Salgado.
Hubo sentenciados a penas intermedias: el represor Hermes Rodríguez, ya condenado en otra causa, recibió 12 años, pero en una cárcel común de Mendoza, por lo cual pierde el beneficio del arresto domiciliario.
En tanto, el ex jefe de Gendarmería José San Julián recibió seis años, mientras que el ex responsable del regimiento de Infantería Aerotransportada II Víctor Pino Cano fue condenado a 12 años.
Los ex policías Mirta Antón, Fernando Rocha, Carlos Ibar Pérez y Julio Emer Huber recibieron siete, ocho, diez y 14 años respectivamente.
