El SMN informó sobre el "estado actual efecto sobre la mortalidad amarillo" en su página web, en el marco del denominado "sistema de alertas sobre olas de calor y salud", que implementó en enero.
La temperatura y sensación térmica alcanzó los 35,7 grados a las 15 en la ciudad de Buenos Aires, donde está previsto que mañana será de 37 y el viernes de 33, mientras que el sábado volverá a subir a 34. El Servicio Meteorológico recordó que se considera ola de calor cuando la temperatura máxima y mínima es superior a 20 o 23 grados por varios días consecutivos.
El organismo implementó en enero el sistema de alertas de calor y salud en forma experimental en ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires y las ciudades de Santa Fe, Paraná, Córdoba, Tucumán y Mar del Plata.
El alerta amarillo, explicó en esa oportunidad el SMN, significa "un aumento del riesgo de mortalidad de leve a moderada, entre un 10 a 30 por ciento de la mortalidad diaria, especialmente en las grandes áreas urbanas".
El sistema de alertas está basado en variables meteorológicas y la mortalidad diaria registrada en la ciudad de Buenos Aires en la última década.
El organismo manifestó que estudios mostraron que "hay una relación entre las temperaturas y la mortalidad diaria en forma de U" y explicó en ese momento que la población "es susceptible a temperaturas muy bajas en la época invernal y a temperaturas altas en verano".
La ciudad de Buenos Aires, reportó en ese sentido, tiene un promedio estival de 90 muertos por día y citó, a modo de ejemplo, que durante la ola de calor de principios de 2001 "se elevó a 250 decesos en un día".
El sistema de clasificación de olas de calor y su efecto en la mortalidad comienza con estado amarillo (efecto sobre la mortalidad leve-moderada), sigue con naranja (efecto sobre la mortalidad moderada-alta) y finaliza con rojo (efecto sobre la mortalidad alta-extrema).
El ministerio de Salud, en tanto, recomendó tomar mucha agua, usar ropas sueltas, consumir alimentos frescos y no realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos ante la presencia de temperaturas elevadas.
La cartera sanitaria pidió extremar cuidados a las personas que padecen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, diabetes y obesidad.
Los ancianos y las personas que trabajan en ambientes calurosos y húmedos tienen mayor riesgo de sufrir golpe de calor.
Entre las medidas de prevención recomendó tomar mucha agua; evitar las comidas abundantes y consumir alimentos frescos, como frutas y verduras; evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes; usar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros; no realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos y tomar líquido antes de comenzar cualquier actividad al aire libre.
Además pidió protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla; usar cremas de protección solar (SPF en inglés), factor 15 o más; y evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.
En el caso de lactantes y niños menores de 5 años, recomendó dar el pecho a los lactantes con más frecuencia; dar de beber agua fresca y segura; trasladarlos a lugares frescos y ventilados y ducharlos o mojarles todo el cuerpo con agua fresca.