El dictamen apuntaba a dar por tierra los planteos efectuados la semana anterior por las diputadas Elisa Carrió (Coalición Cívica), Cynthia Hotton (filo cobista de Valores Para mi País) y Elsa Alvarez (UCR), sobre supuestas presiones del kirchnerismo para torcer voluntades en el tratamiento del presupuesto.
Luego de una sesión de seis horas y ya agotada la lista de oradores, Camaño reclamó al oficialismo que presentara un dictamen escrito y firmado ante la comisión, a sabiendas que complicaba las intenciones del kirchnerismo de clausurar el tema hoy.
Ello mereció la réplica de Kúnkel, quien se quejó del manejo del reglamento que hacía la presidente de la comisión, y dijo: "Ahora quieren quemar las urnas", en alusión al episodio que tuvo como protagonista a Luis
Barrionuevo, esposo de Camaño, en la provincia de Catamarca años atrás. La esposa del dirigente de Gastronómico se acercó al diputado oficialista y tras un cruce de palabras entre ambos, el bonaerense señaló a los gritos: "Yo nunca prometí falsamente no robar por dos años y después seguía robando".
La respuesta fue contundente: la mano derecha de Camaño se estrelló en la cara de Kúnkel, quien, sentado en su silla, sólo atinó a mirarla y, segundos después, la aplaudió con ironía mientras su colega se alejaba. Después del incidente, Camaño justificó su reacción al asegurar que Kúnkel la "cansó" porque "todo el año estuvo vociferando sin hacer ninguna propuesta política", indicó.
Minutos más tarde, el oficialista bloque del Frente Para la Victora repudió, por medio de un comunicado, "el escandaloso proceder de la presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, Graciela Camaño" y apuntó que la reacción de la diputada "obedece a la desesperación de un sector político que, en la impotencia de no poder imponer sus puntos de vista, apela al escándalo de las falsas denuncias, y hasta la violencia fascista, cuando no logra contar con las mayorías necesarias".
El mismo comunicado consignó que el oficialismo "exigirá en el momento que corresponda la condena de estos hechos".
En tanto, el jefe del bloque opositor Peronista, Marcelo López Arias, expresó su "solidaridad y respaldo a la compañera Camaño (integrante de esa bancada)" y acusó a Kúnkel de haber montado una provocación, al tiempo que señaló: "repudio la violencia, la provocación y la agresión y permanente de Kúnkel para intentar impedir el debate".
